Desilusión

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       La situación de Jungwon era lamentable. Su autoestima estaba por los suelos. No era suficiente para satisfacer las peticiones de su "pareja" sexual. Y lo peor era que esa relación con únicamente intenciones carnales en busca de placer, para él era algo más profundo y lleno de sentimientos encontrados. Podía estar cerca del chico que amaba, podían seguir teniendo el mismo trato cariñoso que cuando eran únicamente amigos, podía tocarlo, besarlo, tener sexo con él, pero a pesar de todas esas puertas sin llave y sin condiciones, la única que en verdad le interesaba se encontraba bajo tierra, en lo más profundo del limitado corazón de su amigo. El amor que existía en su relación era unilateral.

       Ese día, Jungwon había asistido a la fiesta de uno de sus mejores amigos, pero no esperaba encontrar a Sung Hoon besando a otro chico y dirigiéndose al segundo piso ansioso, tomándolo de la mano mientras sonreía con coquetería. Pero Jungwon no hizo nada, no se sentía en posición de reclamar algo. No habían puesto límites en su "relación", solo eran un simple ligue, nada serio. Así que se limitó a observarlos con disimulo mientras apretaba los labios. Al perderlos de vista, parpadeó un par de veces para que no se le nublara la vista por las lágrimas y se dirigió a la mesa con aperitivos. Tomó una botella y se largó.

       Horas más tarde, Sung Hoon llegó a su departamento. No le sorprendió encontrarse a Jungwon en la sala, sentado en el sofá y viendo videos en su celular. Ese día habían acordado dormir en su departamento para hacer un proyecto de la universidad al día siguiente, después de todo, Sung Hoon seguía siendo un buen amigo y nunca le negaba la ayuda a Jungwon cuando no entendía algún tema. El menor alzó la mirada y al verlo se levantó para caminar hacia él y estamparle un beso desesperado. Si lo único que obtendría de Sung Hoon era ese tipo de contacto, no le importaría. Con tal de que fuera con él, con tal de estar a su lado, Jungwon era capaz de rebajar sus sentimientos y hacerlos pasar por unas alborotadas hormonas.

       — Vaya... hoy si estás muy emocionado ahí abajo — sonrió Sung Hoon mientras acariciaba travieso su entrepierna.

       — Cállate y fóllame — Jungwon tomó con rudeza el cuello de su chaqueta y lo jaló hacia la recámara sin dejar de besarlo apasionadamente. Sung Hoon, como buen compañero sexual que es, no se resistió y continuó con esa serie de desesperados roces y manoseos, hasta que al llegar a su cama se abalanzó sobre el menor y cumplió con su deseosa petición. Sung Hoon no sabía por qué siempre que tenía sexo con su amigo se mostraba tan desesperado, pero ciertamente, la forma en que reaccionaba el cuerpo de Jungwon, en cómo contraía su espalda y gemía estruendosamente mientras se aferraba a las raíces de su pelo, le parecía jodidamente excitante.

       Aunque ninguno era consciente de que esa diversión pronto sería remplazada por más sentimientos encontrados y por el fuerte amor de una relación, en la que Jungwon no formaría parte.

       Tres meses más tarde, ambos se encontraban tomando té en una cafetería. Sung Hoon le había mencionado a Jungwon que quería hablar de algo importante. El menor no pudo evitar emocionarse e ilusionarse con ideas poco realistas, en el fondo sabía que probablemente hablarían acerca de algún tema de la familia de Sunghoon o algo por el estilo, pero su alocado corazón hacía brotar una chispa de esperanza en su cerebro que le indicaba que su "relación" podría tornarse en algo más serio, en algo con sentimientos mutuos.

       — Jungwon... yo, no creo que podamos seguir teniendo sexo — dijo. Jungwon empezó a apretar los dedos por debajo de la mesa y contuvo el aire por un par de segundos mientras procesaba esa decisión.

       — Oh...¿por qué? — preguntó curioso. Ya sabía que las cosas no se tornaban para nada esperanzadoras, pero una mínima, una pequeña y diminuta chispa, lo alentaba a pensar que había una solución.

       — Yo... estoy enamorado de alguien. Y quisiera tener algo serio con esa persona — la diminuta chispa se minimizó aún más.

       — Y ¿cómo se llama el afortunado? — intentó fingir una amplia sonrisa y aparentar estar feliz por su amigo.

       — No me lo vas a creer, pero es Sunoo — confesó el otro con un intenso rubor en sus mejillas que se extendió hasta la punta de sus orejas. En verdad le gustaba.

       — ¿Kim Sunoo? —

       — Sí... ¡Dios! Es que podría hablarte todo el día de él — dijo ilusionado el mayor mientras se recargaba en el respaldo de la silla y miraba a algún punto del techo con una sonrisa dibujada en el rostro. Al final, la minúscula esperanza de Jungwon se esfumó por completo, pero no le sorprendió. Era algo que se aproximaba desde hacía semanas y que inconscientemente fue aceptando en silencio mientras sus últimas sesiones de sexo se transformaban en contacto físico por lástima. Había actuado como un despechado desde hace días y ni cuenta se había dado, pero había llegado el momento de aceptarlo. Sung Hoon no sintió, no siente y no sentirá lo mismo por él. Ahora lo mínimo que podía hacer, era ser un buen amigo:

       — Pues adelante, todavía tengo tiempo antes de ir a mi clase — cruzó sus piernas y recargó su mejilla en la palma de su mano para escuchar acerca de la persona que sí pudo tener acceso a todas las puertas del interior de Sunghoon, la persona que sí pudo conquistarlo.








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Awanten banda, les juro que Jungwon no tarda en ser feliz xd confíen

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Awanten banda, les juro que Jungwon no tarda en ser feliz xd confíen. Mírenlos 🥹 que bonetos:

 Mírenlos 🥹 que bonetos:

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