Un viaje a la luna

La vida aburrida de South Park

(Para mejor sintaxis de la historia Ike, Tricia y Karen se llevan 9 años con sus hermanos mayores)

La vida en el pequeño poblado de South Park era raramente tranquila, después de todas las locuras que de niños y jóvenes mis amigos y yo habíamos hecho, la verdad la vida de adultos empezó a hacerse un poco más aburrida, aunque en el fondo, por mis constantes tics y trastorno, esa tranquilidad me ayudaba mucho.

- ¿Quieres café? - Me preguntó mi empleado Ike Broflovski el cual rechacé amablemente mientras este solo asentía - Sabes jefe, aunque te le quedes viendo a la ventana, no va aparecer mágicamente.

- Deja en paz a mi cuñado, o te mato. – Solo esboce una sonrisa, Tricia llegaba a ser demasiado protectora cuando mi esposo no estaba para cuidarme.

-No peleen chicos. -Y ahí estaba la mediadora de esos dos, Karen McCormick, el amor platónico tanto del chico como de la chica que también trabajaban ahí.

La verdad me divertía mucho viendo a esos tres chiquillos de ahora 21 años que me ayudaban en la cafetería la cuál mis padres me habían heredado y es que, con mucho esfuerzo, el pequeño negocio ahora era un gran establecimiento emblemático y siempre necesitaba ayuda, más la de ellos.

El día transcurrió normal, a mis casi 30 años estaba satisfecho con las decisiones que había tomado y agradecía la vida que estaba teniendo, un esposo amoroso y...

- Ya llegamos papá. -Un hijo encantador.

Fénix Tucker Tweak, mi único hijo que Craig y yo adoptaron hace ya 9 años y que ahora llegaba de la escuela junto con algunos de sus mejores amigos, los cuales también eran los hijos de sus amigos.

Lo primero que hice fue abrazar a mi retoño retoño, el chico se parecía a ambos a pesar de ser adoptado, tenía los ojos verdes como mi esposo pero su pelo era rubio y sus pequeñas pecas lo hacían ver como una mezcla perfecta, además de que le gustaba mucho la astrología, también usaba un chullo azul como su pantalón y chamarra a diferencia que esta siempre la traía abierta dejando ver su camisa verde que él le había regalado hace algunos años y se negaba a tirar, siempre debía comprar la misma después de que esta se desmanchará

- Hola muchachos, ahorita les sirvo de comer. – Respondí a los otros 4 amigos inseparables de su hijo que también llegaban.

-Gracias Sr. Tweak. -Contestó con una sonrisa la única niña de la pandilla, Bunny McCormick Stoch, hija de Kenny McCormick y Leo Stoch, que bueno, casi ya no usaba ese nombre si no que era más conocido por ser Marjorine McCormick como estaba oficialmente casada con Kenny.

Si después de aceptar ser gay y además ser transgénero se ganó el odio de sus padres que abandonaron la ciudad y a él, Kenny jamás lo dejó, según él porque no importaba como se viera Butters, como hombre o mujer, la esencia de él no cambiaba y cuando a Bunny fue abandonada por su madre después de abusar de Kenny drogado, ambos decidieron que a esa pequeña hermosa de ojos azules y rubio cabello no le faltaría nada, no sufría ni por amor, ni por dinero.

Karen fue a dejarle la comida a los niños, los cuales estaba bastante contentos.

- Oye Bunny ¿Por qué no vino mí sobrina? – Le preguntó Ike a la rubia, puesto que ella era su mejor amiga.

- Esta con Will Marsh, señor Ike. – Contestó Oliver Black, él, como su padre, eran la mente de esos 5, puesto que, a pesar de ser rico, era el que más sentido común tenía y hacía que los niños no fueran a cometer estupideces como cuando ellos fueron niños, ni siquiera entendía como es que una vez acabaron en Perú o como se volvían famosos de la nada.

- Bah, todos sabemos que ella está enamorada de él, por eso la espera. – Dijo como si nada Adrien Thorn Pirrup, por lo que sabían él si era hijo biológico de ambos chicos, lo cual se les hacía increíble puesto que Pip era una especie de ángel y Damien un demonio ¿cómo es que su hijo estaba en el mundo de los mortales? Ni siquiera Satán entendía bien eso.

- ¿Celoso? – Mencionó el único castaño de esos 4 chicos, el hijo de Clyde y Bebe, Steve Donovan Stevens, antes de que su madre muriera esta le había regalado ese gorro rojo con amarillo que siempre usaba y era el más dramático de su pandilla.

Recordé cómo eran antes ellos con sus papás, sabía que los más cercanos a Félix eran principalmente Bunny, Oliver, Adrien y...

-Félix, amor, ¿Dónde está el hijo de Thomas? – Pregunte mientras veía que no venía aquel niño de cabellos negros y que también padecía del síndrome del ex novio de su esposo.

-Se quedo con su prima, la hija de Henrietta y Mike, dijo que sus papás iban a tener una "sesión de lectura" y ellos también. -Dijo con naturaleza Félix mientras terminaba de comer, eso tranquilizó al rubio.

La vida de South Park se había vuelto un poco aburrida, pero eso era lo que me gustaba de aquí.