La gente no es totalmente mala.

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Cuando desperté le mando un mensaje a Ike, diciéndole que si íbamos abrir la cafetería, mis padres, desde Denver me preguntaron también por texto si venían a ayudarnos, lo cual negué amablemente y les dije que siguieran en su cafetería de la ciudad, al final de cuentas, también era muy exitosa.

- ¿Quieres ir a la escuela? -Le pregunté a mi hijo, no quería obligarlo a nada por la notica de ayer, además no se veía de ánimos ni para parase.

Él negó con la cabeza y después me pare para preparar la comida, lo que no esperaba era que Karen y Tricia ya la estaban haciendo.

-Hola Tweek, siéntate, ya casi esta listo. -Me dijo Karen con sonrisa mientras veía que mi cuñada tenía la mirada perdida en la masa de los Hot Cake.

-Karen, Tricia, no necesitan ir hoy a la cafetería, Ike y yo estaremos bien. -Ambas chicas se nos quedaron viendo, pero Tricia se veía un poco molesta.

-Pu-puedo hacer mi trabajo Tweek, estaré bien. -Yo sabía que ella era orgullosa, pero no quería seguir torturándola.

-Preferiría si pudieras quedarte con Félix, salir con él al gimnasio o que despejen su mente, esto... esto es algo muy duro y ambos se necesitan.

Tricia no dijo más y se sentó en la mesa, justo también Félix venía ya vestido sentándose también.

Comimos en silencio por un rato, hasta que la voz de mi hijo nos sacó de nuestros pensamientos.

-Si... si me gustaría ir al gimnasio. -Dijo mi hijo viendo a Tricia la cual solo asintió con la cabeza.

-Esta bien, te llevó, pero tú. -Dijo señalando a Karen con su tenedor. -Tú si ve a trabajar, les avisaré cuando estemos con Cartman, para que estén tranquilos.

Agradecí internamente mientras todos terminábamos de desayunar y Karen y yo tomábamos dirección hacia la cafetería, una vez llegando ahí vimos como Ike ya había subido la cortina y estaba arreglando las mesas.

-Hola Tweek, ¿cómo te encuentras? -Me saludo el hermano mayor de Kyle mientras me daba un abrazo el cual solo correspondí poco, no quería seguir llorando.

-Bien. -Contesté un poco seco, pero me interesaba prender las teles y poner el canal de noticias, con la esperanza de que algo pasará

Después de un tiempo abiertos, pude ver como Thomas entraba a la cafetería.

- ¿Cómo sigues? -Dijo sentándose enfrente del mostrador, donde yo estaba.

-Bien, un poco cansado, la verdad fue una noche terrible. -Me confesé un poco ahora que mi hijo no estaba, dejando escapar algunas lágrimas que me estaban molestando.

-Verás que todo estará bien ¡hijo de puta!... Confía en mí. -Thomas era una excelente persona, jamás pudo caerme mal y eso que, de verdad, cuando nos hicimos amigos, fue muy complicado.

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El club de los rubios era una estupidez que se hacía los miércoles y los viernes, donde todos los rubios nos uníamos a contar sobre nuestra vida, como compinches y en armonía con los demás grupos o "teams".

Habían pasado casi medio año de mi separación con Craig, 3 meses de que él anduviera con el chico que me remplazo, Thomas, el cual también era rubio.

Así que, viendo esas circunstancias, estaba platicando con todos sobre si incorporarlo a nuestro grupo.

-Yo digo que no, es el actual novio de Craig. -Mencionaba Kenny con molestia, después del accidente nos volvimos mucho más cercanos, casi como mejores amigos.

Un viaje a la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora