Las puertas del alma

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- ¡Vamos a llegar tarde! -Bunny estaba al borde del colapso, no sabíamos porque había tanto tráfico para llegar al maldito estadio.

-Tranquila hija, vamos a llegar a tiempo, traemos buena hora y además si es necesario aventar a Kenny para que avancemos más rápido, lo haremos. -Dijo Marjorine mientras conducía esquivando algunos autos y avanzando.

- ¡Oye! -Kenny mostraba una falsa indignación, aunque eso sinceramente le haría más feliz que ir a esa estúpida final.

- ¡Mamá! Adrien ya está allá. -Bunny decía al ver que al grupo de los amigos Alaric había subido una foto diciendo que ya estaba allá junto con Steve y Oliver, es lo estaba costando un infarto a la rubia mientras zangoloteaba al pobre Félix y Tweek sonreía enternecido, era muy divertido ver a la más grande fanática de South Park al beisbol tan desesperada.

-Adrien solo debe invocar un puto circulo del infierno conejita, nosotros solo somos simples mortales. -Kenny intentaba calmar a su hija desde su cómodo asiento de copiloto, después de 15 minutos llegamos, justo con Tomas, Pete, Wendy y Stan que también parecía habérseles hecho tarde.

- ¡Alaric!, ¡William! -Bunny era la líder del equipo y se toma su papel, muy, muy enserio. - ¡A vestidores como van!, Tú también Félix.

Todos los niños le tenían miedo así que como alma que les llevará Damien se fueron corriendo para prepararse.

-Tu hija tiene un gran futuro, sería una excelente abogada. -Dijo Wendy mientras todos nos saludábamos y nos íbamos a las grandes con nuestros padres y demás amigos.

-No Wendy, es demasiado intensa, el mundo no necesita a Bunny como abogada. -Dijo riendo Kenny viendo a su hija, él era un padre sumamente protector, muchísimo más que como lo es con Karen, pero a él siempre se le ha dado cuidar niñas.

Caminando Pete se acercó un poco más a mí.

-Tweek, ¿Todo en orden? -Asentí con la cabeza.

-Estoy con esperanzas, en lo único que pienso es en apoyar a mi rubio en su partido, nada más...

Pete se me quedo viendo y después me sonrió un poco.

-Eres un poema amigo, siempre lo has sido.

Me le quede viendo, sabía que Pete tenía ese don, era lo que más me gustaba de él.

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Soy una mierda de amigo, no, es más, la mierda es muy poco a lo que yo soy. Han pasado casi un año y medio desde que Thomas y Craig están juntos y estando en pleno 4 de julio veo como en toda la fiesta, Thomas y Craig se besan y comen en la sala, ambos felices, ambos enamorados deseando ser yo el que vea así Craig nuevamente, ¿por qué putas mi corazón no entiende que ya no debemos tener sentimientos por él?

Salí de la casa de Token y me puse a caminar, necesitaba un poco de aire y fui al parque, diré que conteste una llamada larga y por eso me ausente un rato de la fiesta si me preguntarán.

Llegando al parque me senté en un columpio, viendo las estrellas, sin embargo, el espacio me recuerda a Craig y justamente lo que no quiero es ver las estrellas. Llore un poco, me permití sacar mi dolor y cuando me sentí mejor solo limpie mi cara y me balance un poco, perdido tanto en mis pensamientos que no me di cuenta cuando se sentaron en el columpio de alado.

-Celebrar el 4 de julio es muy conformista. -Mencionó el chico y al alzar la mirada me di cuenta que era Pete Telma, un chico gótico de mi edad que le gustaba mucho el café de la cafetería de mis padres, la verdad lo conocía un poco, pero no sé si lo suficiente para llamarlo un amigo.

-Sí, creo que sí...-No sabía que decir, pero al sentir su mirada en la mía, me di cuenta que esos ojos azabache profundos te podían leer como si un libro de primaria fuese.

- ¿Corazón roto? -Bingo, estaba impresionado, había atinado.

Asentí con la cabeza, necesitaba hablar con alguien neutro.

-Estoy estúpido ¡ahg!, vivo soñando con un chico que tiene pareja, que ya-ya no me pertenece su corazón y hay cosas que me hacen sentir que todo tiene su nombre, como este cielo, solo quiero volver a ese 4 de julio con esta misma noche estrellada, pero conmigo ¡Tsk!... -Me sentía con más paz en cada palabra que decía, esperaba que Pete no me viera como un loco.

Pete solo se paro y se puso atrás de mí.

-Entonces, Tweek, creemos nuevos recuerdos sobre los otros. -Sentí un escalofrió recorrer todo mi cuerpo cuando sus manos se pusieron en mi espalda, sin embargo, al sentir el empujón del columpio entendí a que iba todo esto.

Me sentí un tonto, pero al mismo tiempo estaba feliz de jugar un poco.

Admito que llevaba mucho sin sentirme tan feliz, empecé a reír por la altura, porque Pete me contaba cosas sobre que una vez unas plantas estaba haciendo zombis emos a sus amigos y cuando se dieron cuenta de que todo era una farsa.

Empecé a sentirme feliz y poco a poco, hasta el cielo se volvió distinto, tanto me metí en mi mundo que no vi cuando Clyde y Craig llegaban al parque.

- ¡Tweek! ¿¡Qué haces aquí!? Te estuvimos buscando por un buen rato. - ¿Un buen rato? Pete me ayudó a bajar del columpio y al ver mi reloj me di cuenta que no me fui 15 minutos, sino 40.

- ¡Ahg! ¡lo-lo siento! -Dije mientras veía mi teléfono, aunque por alguna razón estaba agarrando la mano de Pete.

Craig y Clyde nos vieron raro, aunque el brillo de Craig parecía más que nada molestó.

-Tweek, ya vámonos que los juegos artificiales van a comenzar. -Dijo Clyde sintiendo que el ambiente se tensó.

Asentí con mi cabeza, sin embargo, me regresé a ver a Pete.

- ¿Quieres venir? -Le sonreí, de verdad me estaba sintiendo muy cómodo con aquel chico gótico.

Pete negó con la cabeza, pero sin dejarme de ver y sonreír.

-No querido, pero cuando me necesites sabes donde encontrarme, siempre podre ayudarte con tus recuerdos. -No se porque me puse nerviosos y rojo, no se porque, aún cuando estaba viendo todos esos juegos yo seguía pensando en él, en su sonrisa y en sus manos en mi espalda, haciéndome pasar un buen rato.

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Habían pasado años, me quede con una sonrisa en mi rostro, Pete siempre fue el mejor novio que he tenido, sin embargo, sin duda alguna Craig era el amor de mi vida.

Una lágrima resbaló de mi mejilla, Pete se apresuró a limpiarlo y me abrazó de los hombros, sabiendo que estaba asustado en el fondo de que mi esposo no estuviera en la capsula del espacio, que de verdad hubiera fallecido en el espacio.

-Se que no es lo mejor, pero Tweek solo...

-Crea nuevos recuerdos sobre los otros. -Dije, siempre fue su frase celebré, lo que siempre me decía.

Él asintió, un poco mas tranquilo de mi tranquilidad.

-Craig te ama, si no viene en la cápsula, lo único que quiere es verte feliz.

Y en eso tenía razón Pete, me quede pensando después de eso y decidí que hoy lo más importante sería mi hijo, que todo iba a salir bien.

Un viaje a la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora