LA VENGANZA ♡ SEUNGMIN X SKZ

I

Los rayos de sol chocaron con su rostro estos fastidiando su sueño, miró por su ventana observando a la lejanía la ciudad, suspiró con pereza y arregló su cabello, la voz de la azafata les indicó que iban a aterrizar.

Al bajar del avión uno de los asesores que lo contrataron ya lo esperaba, un auto se aparcó frente a ellos.

- Permíteme - aquel joven tomó sus maletas y las guardó, le abrió la puerta y dejó que suba - Me dijeron que llegaría acompañado...

- Si, pero le surgió algo ahora llévame a mi hotel - ordenó sin mirar al chico, este asintió nervioso y lo llevó a donde le asignaron. Donde estaba siendo hospedado era uno de edificios más altos dándole una vista hermosa de la ciudad, aun así la miró con amargura.

Su teléfono sonó miró el contacto y sonrió ella era la única razón por lo que accedió a volver ese lugar donde sufrió tanto.

- Hola Minnie como has estado, me dijeron que ya llegaste - la voz alegre de aquella mujer era hermosa - quisiera verte antes ¿tienes tiempo hoy?

Realmente hoy no quería hacer nada su vuelo fue largo y se sentía cansado pero accedió y quedaron en verse en un restaurante.

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Termino de colocarce su maquillaje y miró su cuerpo en el espejo frunció el ceño cuando notó que se veía "mal" decidió cambiar su outfit completo hasta que quedó satisfecho, en los ultimos años le gustaba vestir lo mas elegante resaltando cada curva que su cuerpo poseia, no por algo estuvo a dieta y ejecicio sobre exijido durante dos años.

- Te vez hermoso - le dijo a su reflejo, recogió lo necesario y salió al encuentro de su amiga, dentro del ascensor se subieron un par de chicos, él ignoraba todo a su alrededor pero la voz de uno de uno de ellos lo sacó de su burbuja.

- De que departamento eres lindo, no te había visto antes - sonrió coqueto, el castaño lo miró de reojo, juzgandolo con la mirada - soy un buen vecino podría darte una bienvenida si lo deseas.

- No salgo con perdedores - con su mirada en alto salió cuando el elevador se abrió, moviendo sus caderas con prosura, su caminar elegante nunca le avandonó, sonriendo cuendo escuchó al mismo chico insultarle diciendole "zorra" - pero no tuya, asqueroso.

Donde quedaron de verse no era muy lejos de donde estaba así que fue caminando, mientras atravesaba las calles obtuvo varias miradas no sabía si era por envidia, por admiración a su belleza o simplemente le juzgaban por como vestia, sinceramente poco le importaba, había descubierto que vestir de forma mas femenina le sentaba fantastico y disfrutaba de ver como todos volteaban a verle, asi que esa señora murmure perjuicios con su mirada solo le llenaba el ego.

- Ni volviendo a nacer no me igualara - su camisa a botones se permitió desabrochar uno de ellos exponiendo su piel blanca, sus clavículas marcadas siendo las protagonistas de toda la atención que creo.

Vio el restaurante que le habían mencionado y entró, muchos voltearon verle y entre ellos estaba Nayeon quien alzó su mano para que la vea.

Fue recibido con un abrazo, la mujer siempre fue muy sentimental y él no podía negarlo tambien la había extrañado.

- Como haz crecido ahora eres ya todo un adulto - ligeras lágrimas se acumularon en sus ojos - ¿cómo has estado? tu padre no mintió cuando dijo que has cambiado vaya ahora estas muy lindo.

- Gracias, también estas muy linda - le dedicó una pequeña sonrisa - no me sentía tan cómodo como me vía así que por mi cumpleaños 18 decidimos en que me operaria, ahora me siento mejor y me veo bien.

Y vaya que se veía bien, ahora su rostro era simétrico especificamente sus labios ya no tenia esa incomoda y llamativa deformación por la cual fue molestado por muchos años, su cuerpo era delgado y alto, muy guapo al parecer de muchos.

- Me comentó que ahoras te dedicas al modelaje y canto, me imagino que te va muy bien por eso quería ahora abrirnos en el mercado contigo - acarició su mano y le sonrió - siempre fuiste un niño hermoso eso no lo dudes pero si ahora te sientes mejor no soy quien para juzgarte.

Él asintió mirandole con seriedad no por que estuviera molesto si no por que así era su personalidad y ella lo comprendia.

- Buenas tardes, que les puedo traer para cenar - un joven de aspecto apuesto se acercó a ellos y fue sorprendente ver quien era, mirada felina, voz dulce pero sevéra y labios delicados.

Seungmin quedó sorprendido cuando lo reconoció aún así ni se inmutó, no le tomó más importancia y solo inhalo aire y miró con frialdad al mesero.

- Traeme la especialidad de la casa - habló con su ya no tan perfecto acento coreano.

Aquel chico se congelo cuando lo vio, sus ojos se abrieron desmesuradamete su labio inferior lo vio temblar y sus pupilas dilatarse, incluso parecía haber empalecido.

Unos segundos quedó estático en sus lugar, su pequeña agenda siendo apretada con mucha fuerza.

- ¿No me escuchaste? - lo miró con el ceño fruncido - ah, y agregale una botella de vino añejado, rapido por favor - chasqueó sus dedos asiendo que el contrario asienta torpemente, para luego retirarse a pasos lentos.

- Vaya ahora eres un chico demandante, me gusta Seungmin.

Obviamente ahora ya no perdia el tiempo esperando a que los demas tengan la voluntada de moverse, ahora él ordena y se lo cumplen.

- No puedo desperdiciar mi tiempo en un simple mesero - miró en su direccion un segundo, encontrando a aquel joven viendolo, regresando su mirada al instante - mejor cuentame noona que tienes planeado para mi...