Seungmin tomará represalias contra todos los que le hicieron daño.
- Cada uno de ellos llorara lagrimas de sangre cuando me vean...
Un juego donde solo el más inteligente saldrá ileso de tantas flechas de VENGANZA y eso también incluirá a Seungmin q...
Vocabulario vulgar Escenas sexuales prohibidas Discreción, es solo ficción
Elijan su ship y empezamos
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Todo comenzó desde el ascensor.
El mayor lo había sujetado de la cintura uniéndolo a su cuerpo, empezó besando su cuello, aquella piel blanca quería dejarla marcada para que vean que él ya ganó.
Ganó ante los otros y ya ganó ante el novio.
Llegaron a su departamento y lo abrieron con apuro, dejando incluso caer las llaves por los nervios del momento.
Seungmin fue acorralado contra la pared, las manos inquietas del contrario investigaban solas su piel.
- Esto es una reconciliación verdad - habló el mayor mirando su ojos verdes.
- Solo cállate y complaceme.
- Muy urgido eh - sonrió coqueto - tu órdenes.
La camisa de Seungmin fue desplazada por su cuerpo dejándola tirada en el piso, el de ojos oscuros lo miró jadeando, se llevó una buena sorpresa al encontrarlo tan exitado, su piel lo delataba, sus pezones erguidos en piquitos rosados, sus válvulas tan tentadoras a morderlas.
Era su sueño húmedo echo realidad.
El desplazo sus propias prendas, ahora quedando solo con el boxer, Seungmin lo analizo con la mirada encontrando su cuerpo muy definido, hermoso brazos marcados con venas salientes, pectorales firmes, abdominales estructurados y delineados, piernas largas y gruesas y los más llamativo un gordo pene cubierta por aquella tela negra.
Mordió su labio, realmente era así de grande como lo imaginaba.
Desabrochó su pantalón y caminó hacia el mayor que lo devoraba con la mirada, su brazos se encaminaron hasta su cuello jalandolo a un beso desordenado, algo muy sucio y desesperado, la saliva que desprendía sus bocas recorría la piel del menor, los dientes del más alto rozaron sus labios haciéndolo sangrar.
Una pequeña herida hacia el beso más emocionante, el dolor se mezclaba con el calor del momento, las manos grandes del mayor recorrieron su delgada cintura apretándola hasta que sus dedos quedaron marcados en ella.
Caminaron hasta chocar con un mueble, sin importar lo que era lo subió ahí, abrió sus piernas y se enterró en ellas.
Su boca se encargó de atender a sus pezones, en uno sus labios y dientes lo apresaron, lo mordió sin mucha fuerza pero jalandolo hasta que lo vió rojo, el otro era un juguete que su mano manoseada haciéndolo más respingado.
Seungmin jadeaba en el proceso, su pecho plano era cruelmente tomado por una caliente boca.
