- Les complacerá saber que el proyecto fue todo un éxito. - Sonrió de lado. - Mi equipo logro lo imposible.-
Aquel sitio se lleno de felicidad y aplausos. Los hombres sentados en la gran mesa de madera estaban contentos. Habían visto y escuchado lo que tanto ansiaban.
- Es fantástico. El presidente estará en deuda con usted. - Su mirada vacía de repente tomo un brillo particular mientras miraba al dueño de esas palabras.
- Me alegra escucharlo. - Dijo, con aires de grandeza. - Cambiando de tema, un equipo esta preparándose para entrar y mapear el área. No queremos que ocurran cosas desafortunadas cuando el área sea ocupada. -
Las voces estallaron en preguntas confusas. Uno de ellos alzo la voz en señal de querer hablar.
- Eso es una buena idea. Esperamos recibir las noticias antes que nadie. - Era estúpido ocultarle cosas al pentágono. Y el no era idiota.
- Por supuesto. - Se levanto de su asiento, con los demás siguiéndole. - La conversación ha terminado. Mi asistente los llevará a la salida. -
Los hombres salieron por la elegante puerta automática, con el asistente siguiéndolos.
Cuando todos abandonaron la sala, el se dejo caer en la silla, exhausto. La sala se encontraba vacía sin sus invitados. Escucho pasos en el pasillo y posteriormente miro la puerta abrirse.
Era Dave con vasos de café para ambos. Justo lo que el necesitaba.
- ¿Qué tal estuvo? - Pregunto, extendiéndole su mano con un vaso de café caliente. El tomo el vaso de inmediato.
- A los idiotas del pentágono les gusto. No necesite mostrarles para impresionarlos y hacer que decidieran por el presidente. ¿Puedes creerlo?
- Si lo creo. Tienes algo que convence a la gente de que tienes razón. - El se levanto con dirección a la puerta. - El equipo encargado de mapear la zona ya salió. Si llega a pasar algo interesante, te lo diré. - Suspiro.
Sin tener oportunidad de responder, la puerta se cerro detrás de su aprendiz. Esto será interesante, no habia duda.
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The Backrooms: Vol. I
Science Fiction- Cometimos un error, ¿No lo ves? esos niños...nunca volverán a casa...- dijo, con la cara hecha mierda, lagrimas salían de sus ojos. Ella no podía con esto. El tomo su mano. Quería hacerle saber que el estaba ahí. - ¿De que hablas? Ellos lo cometie...