Zona habitable

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Otra vez, todo era oscuro. No habia zumbidos. No habia un olor a alfombra mojada.

Abrí los ojos, de nuevo.

Dejo de ser amarillo y ahora era blanco. Los pasillos eran largos y con una altura considerablemente alta. Habia humedad, pero esta no olía extraño.

Era bueno saber que el olor no seria un problema. Tal vez pasaría mucho tiempo aquí.

Me levante del suelo. Estaba empezando a cansarme de esto. Una caída tras otra en algún punto me mataría.

Me apoye de la pared para seguir. Los pasillos parecían ser de un laberinto. Ocasionalmente habían tuberías visibles de metal oxidado junto con algunos pedazos de madera café claro.

El lugar parecía tranquilo. De no tener opción, podría quedarme aquí. 

Las luces comenzaron a parpadear. Y finalmente, se apagaron. No tomo mas de dos minutos para que todo quedara sumido en una espesa oscuridad.

- Demonios...- Maldije en voz baja. Logre escuchar pasos rápidos y sonoros cerca. Supongo que no fue buena idea llamar bastardo a esa cosa que me habia seguido en los pasillos amarillos.

También escuche gritos. Parecían ser gritos humanos. Eso significa que puede haber personas tan perdidas como yo aquí.

Intente seguir, pero no podía ver nada. Todo estaba oscuro y no pude evitar caerme. Los pasos se acercaron mas hasta estar detrás de mi. Hice un ultimo esfuerzo para mirar a mi causa de muerte. Solo pude ver unos malditos ojos de color blanco luminosos, acercándose.

- ¡Hey, aquí! - Grito alguien entre la oscuridad. No me moleste en ver quien era.

El ser de ojos brillantes corrió hacia el. Era estúpido usarse como señuelo para salvar a alguien que no conoces.

Las luces volvieron a encenderse. Fantástico.

No podía mover mas que los ojos. Mi cuerpo no respondía. Aquella persona que me habia salvado llego por el mismo lugar por el que se habia ido.

- ¿Estas bien? Estoy seguro que ese skin stealer estaba decidido a usarte como disfraz. - Me extendió su mano. Yo la tome con mucho esfuerzo. Todo me dolía.

- ¿Quién eres? -  Pregunte. 

- Soy Kane, ¿Y tu? - Sonrió. Yo solo pude sentir nauseas.

- Frankie. Pero puedes llamarme Fran. - Su mirada se enfocaba en mi con curiosidad. Juro que parecía un enfermo mental. - ¿Todo bien? -

El asintió. Yo me recargue en una de las paredes del pasillo.

- ¿Sabes que lugar es este? - El hizo una mueca. - Estuve en un lugar de pasillos amarillos antes, pero logre salir y llegue aquí. -

- Este lugar se hace llamar zona habitable. Es el nivel 1. - Eso lo hacia mas confuso aun. Intente preguntar a que se refería. El no tardo en entenderlo. - Veras, tu estas en un lugar conocido como The Backrooms, el cual se divide en niveles y donde las leyes naturales que rigen tu realidad no aplican. Según algunos que conozco, hay una salida de este, pero no he tenido la suerte de toparme con ella. -

Su mirada se torno vacía. Yo le di un abrazo.

Si fuera el, también estaría deshecha.

- ¿Hay mas personas aquí? - El pareció recordar algo.

- Si. Hay muchos puestos de avanzada aquí. Puedo llevarte a uno. Te ves cansada, seguro ahí puedes dormir un rato en un sitio cómodo. - Asentí. Si necesitaba algo asi.

Aunque era verdad. ¿Cuándo fue la ultima vez que habia dormido? Y mejor aun, ¿Cuánto tiempo llevaba aquí?

El se dirigió a uno de los pasillos. Me hizo señas para seguirlo. No tarde mucho para estar a su lado.

- Y, ¿Cómo llegaste aquí? - Susurre. Como respuesta, recibí una mueca, que no podía descifrar.

- Estaba grabando una película casera con unos amigos. La trama...no la recuerdo. Solo se que retrocedí y atravesé el piso. - El se detuvo en seco. Una oleada de preguntas llegaron a su cabeza. - ¿Tu sabes si aun siguen buscándome...? -

The Backrooms: Vol. IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora