Capítulo 1

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Desde pequeña me han dicho que debo hacer y que no hacer para poder encajar. Mi familia, mis amigos... Yo siempre obedecía cada cosa que ellos me decían por el simple echo de no quedar excluida.

A los 12 años mis padres me inscribieron en una escuela de idiomas -según ellos porque me abriría más puertas en la universidad-, a decir verdad yo odiaba hablar un idioma que no fuera el mío, pero me auto convencia de que era lo mejor para mí y mis estudios.

Al cumplir los 17 decidí hacer lo que se me venga en gana ya que dentro de unos meses cumpliría la mayoría de edad.

Al principio mis padres no se lo tomaron muy bien que digamos, pues siempre estuve a su disposición, y al enterarse que quería irme a otro continente para estudiar lo que he deseado durante toda mi vida, se lo tomaron peor aún.

Yo les dije que era lo suficientemente mayor para poder tomar las decisiones por mí misma, y al final terminaron aceptando creyendo que no aguantaré todo yo sola y volveré a casa con ellos, pero creo que se equivocan, porque yo me siento perfectamente preparada para irme a California a estudiar junto a mí mejor amiga la carrera que siempre habíamos querido.

Y así fue como yo, Sarah Johnson, acabe en California con mi mejor amiga en un departamento no muy lejos de la universidad.

-Bueno... no está tan mal-dijo Hela, mi mejor amiga.

-Si con no está tan mal te refieres a que esto parece una suite, sí, no está tan mal-dije todavía un poco sorprendida.

Al entrar al departamento me encontre con un recibidor donde podias dejar tus pertenecías e incluso más, a mi derecha había una puerta que te llevaba a la cocina, que era más o menos el tamaño de mi antigua habitación, a mi izquierda había otra puerta, pero está conducía al salón, que se podía decir que era tres veces más grandes que el de mi casa, frente a mí tenía una televisión del tamaño de mi cama y al frente de este unos sofás que a simple vista se pueden ver cómo lo mejor de este mundo y para finalizar en la pared izquierda había un pasillo el cual te guiaba a las habitaciones y el baño.

-Pensé que seria algo más sutil, pero conociendo a mis padres lo tuve que haber deducido-dijo un poco enfadada-. Los llamaré en este mismo instante para decirles que porque compraron tremendo departamento para solo nosotras dos si saben perfectamente...

-Hela...

-No, no dejaré que vuelvan a hacer algo sin...

-Helaaa...

-...consultarme primero y preguntarme si me parece...

-¡Hela!

-¡¿Que?!

-Tranquilizate, para mí está perfecto y sé que para ti también, solo que no estás acostumbrada a tener tanto espacio para ti sola...bueno para nosotras solas-intenté tranquilizarla.

Hela respiró hondo unos cuantos minutos y al fin habló:

-Tienes razón-contesto asintiendo lentamente-. Todavía trato de asimilar que estamos solas, en California cumpliendo nuestro sueño.

Sonreí al recordar el motivo por el que estábamos ahí.

-Exacto. Ahora elige el cuarto que quieras y coloca tus cosas para salir a conocer un poco la ciudad antes de empezar la universidad.-le dije para motivarla un poco.

-Vale, iré a hacer eso.

Vi como se iba en dirección al pasillo para ver qué cuarto elegiría -termino eligiendo el del lado derecho- y yo como una adolescente, me tumbe en el sofá mientras miraba el techo sonriendo como una estúpida.

Por y para siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora