Capítulo 10

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—¡¿Que hiciste qué?!— gritó Hela.

Al llegar a casa después del trabajo, le conté a Hela todo lo que había pasado desde que me crucé con Marcos, hasta el momento en que deje a Jack con ganas.

—No es para tanto— dije.

Enarcó las cejas y me miró como si estuviera loca.

—Has dejado al chico que le tienes ganas, con ganas— replicó.

Me encogí de hombros queriendo dar a entender que no sabía que tenía de malo.

—¿Como que...?— imitó mi gesto.

—El dijo que no volvería a suceder nada a menos que yo lo quisiera— le recuerdo—, y por el momento, lo quiero hacer sufrir un poco.

Una sonrisa malévola tiró de las comisuras de mis labios. Hela suspiro exasperada y se tumbó en el sofá.

—Te vas a arrepentir— advirtió.

Me tiré a su lado y coloque mi cabeza sobre su pecho todavía con una sonrisa.

—No lo creo.

***

—¿Ya?— preguntó Hela.

Cuando me desperté, estaba sudada y con la respiración acelerada. Había soñado con Jackson.

¿Ahora lo llamas Jackson?

Bueno, exactamente, había soñado con lo que sucedió en el callejón. Salí del cuarto lo más rápido que pude para que Hela no me viera y no lo hizo.

Llevaba unos diez minutos, más o  menos, metida en el baño tratando de que mi respiración volviera a ser la misma de antes.

Hela tenía que prepararse para la universidad y empezó a tocar constantemente la puerta para poder entrar y maquillarse. El baño tiene muy buena iluminación y su sitio preferido para alistarse es ahí. 

—Espera un momento— respondí.

Me lavé la cara y los dientes. Al abrir la puerta Hela cayó hacia delante, entre mis brazos, por estar apoyada en la puerta.

—¿Por qué tardaste tanto?— preguntó mientras se separaba de mí.

Abrí y volví a cerrar la boca sin saber que decir. Ella enarcó una ceja esperando por mi respuesta.

—Yo... mmm...—traté de decir.

—Tu...— hizo un gesto con sus manos queriendo dar a entender que continúe.

Mire mis pantuflas, pensando que decirle. Cuando alce la vista, Hela tenía el entrecejo levemente fruncido.

Sabía que si le contaba a Hela que había soñado con Jackson me molestaría durante el resto de la semana. Y no quería eso. Ella era capaz de soltarlo delante de Jackson inconsciente de que lo estaba haciendo. Le pasaba muy a menudo.

Díselo, así cuando lo diga, podrías pegarle. Sabes que disfrutas ver su cara de dolor.

Yo... me encontraba mal— opte por decirle.

Abrió los ojos y se cruzó de brazos.

No se lo había creído.

—Ya.

Sus "ya" significaban que, sabía que estaba mintiendo, pero que haría como quien si se lo cree.

Suspiré. No tiene caso seguir mintiendo.

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