Abrí mis ojos debido a los gritos de Hela, que estaba cantando en el baño. El que estaba, lamentablemente, pegado a mi pared.
—¡¡Helaaaaa!!— dije mientras golepeaba la pared.
La música paró y a los segundos una Hela medio maquillada y con el ceño fruncido asomó la cabeza por mi puerta.
—¿Por qué gritas?—preguntó.
—¿Yo? Llevo intentando volver a dormir durante quince minutos, pero claro, aquí la señorita necesita levantar a media comunidad para poder maquillarse tranquila.
Abrió los ojos para después volver a entrecerrarlos. Yo la mire confundida y ella enarcó la ceja por mi actitud o eso creo.
—¿No te acuerdas?— cuestionó.
—¿Acordarme de qué?
Soltó un suspiro y volvió a cerrar la puerta de mi cuarto para seguir con lo que hacía anteriormente.
Estuve mirando la esquina de mi cuarto tratando de recordar a que se refería Hela. Nada. No recordaba nada. Lo único que recuerdo es a ella el lunes interrumpiendo mi momento con Jackson y ya estábamos a viernes.
Al final me rendí y deje de intentar recordar. Me levanté y fui hacia el cuarto de baño, el cual ya había dejado de tener música a todo volumen en el interior hace un rato.
Cogí una toalla limpia del armario, la dejé a un lado y me metí a la ducha. Sentí como mis hombros se relajaron en el instante en el que el agua caliente empezó a caer por mi cuerpo
Al cabo de quince minutos ya estaba completamente lista. Hela se encontraba sentada en el sofa desayunando mientras veía su teléfono.
—Tu desayuno está en el microondas— dijo sin apartar la mirada del aparato.
—Vale.
Me dirigí a la cocina a por mi desayuno y calentarlo. Mientras veía como el platillo del microondas daba vueltas con mi desayuno, seguí pensando en lo que había dicho Hela.
Cuando mi desayuno estuvo caliente, lo cogí y me senté al lado de Hela. Ella seguía con la mirada en el móvil y una pequeña sonrisa en su cara, casi ni se notaba.
—¿A que viene esa sonrisa?— me burlé.
Su sonrisa desapareció al instante y me miró.
—¿Que sonrisa?— preguntó con voz aguda.
—La tuya, ¿o ves a alguien más por aquí?
Pasó olímpicamente de mi y volvió a centrar su atención en el teléfono cuando sonó una notificación.
Espere durante unos segundos a que volviera a prestarme atención, pero no sucedió, así que al final opte por inclinar un poco la cabeza y ver que tanto miraba.
Abrí mis ojos como platos en el instante en el que pude distinguir un torso desnudo -claramente de un chico- con un abdomen trabajado y uno de sus dedos bajando la tira de su calzoncillo.
—¡Por dios!— grité— ¿Quien es?
Hela se sobresalto y el plato que tenía apoyado en su regazo cayó al suelo haciéndose añicos, y su móvil fue a parar a algún lugar de lo más profundo del sofá.
—¡Sarah Johnson!
Apreté mis labios para aguantar una sonrisa y volví a acomodarme en mi sitio con la cabeza agachada.
—Perdon— dije algo que no sentía.
Soltó bufido y empezó a buscar su teléfono. Yo no me resistí más y le pregunté.

ESTÁS LEYENDO
Por y para siempre
Teen FictionSarah es una chica atractiva, divertida y muy persuasiva. Tiene problemas y decide cambiar de ambiente para estudiar lo que siempre quiso. Jackson es arrogante, atractivo y manipulador. Su objetivo siempre fue cambiar de ciudad para superar su pasad...