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Sentir el viento fresco en mi rostro fue la cosa más hermosa que sentí en mucho tiempo, toque el césped, el agua, las plantas, mi rostro. Esto era real, era muy muy real.

Acababa de escapar de Azkaban.

Sabía que los dementores no tardarían en darse cuenta de mi desaparecion por lo cual me transforme en gato para pasar desapercibida. No sabía muy bien dónde ir, quería ver a Neville pero ¿El querría verme? Talvez tendria miedo de su tía loca de Azkaban, su tía la asesina...

Intenté borrar rápidamente esos pensamientos de mi mente, lo primero que haría sería ir a mi casa, la casa de mi padre. Estaba consiente que nadie vive ahí desde que Frank y Alice fueron torturados ahí, por lo cual nadie vivía ahi. Era un lugar perfecto como para por lo menos darme una ducha rápida.

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Mi plan de darme una ducha y cambiarme se fue a la mierda, la casa estaba destruida completamente y no había rastro de que alguien vivía ahi. Suspiré agotada.

¿Que mierda hago ahora?

Esa misma noche decidí pasar la noche en el cementerio, quería visitar a James y Lily, a Marlene, a mi padre y a Regulus.

Llegue al cementerio en mi forma animaga, los carteles de mi buscada ya estaban por todos lados y la noticia de que la peligrosa prisionera de Azkaban Bethiana Longbotton escapó era algo del que todos hablaban.

Ver por primera vez la tumba de Lily y James fue sumamente doloroso, yo que pensaba que ya no tenía lágrimas para llorar volví a llorar, todo el dolor, todo el sufrimiento que pase por algo que yo no hice solo me daba más rabia, y más motivación para acabar con Peter.

Mis primeros días de libertad no fueron los mejores, dormía en el cementerio la mayor parte del tiempo, pensé en ir a la casa de los Black, en Londres. Junto a kreacher quien me ayudaría, pero sentía que había una posibilidad de que Sirius este ahí. Comía sobras de los basureros y buscaba desesperadamente un plan.

Definitivamente las cosas se salieron de control, Harry Potter, el dulce niño de un año que su primera palabra fue mi nombre, el niño que lloraba cuando no se le prestaba atención. El estaba apuntándome con su varita.

- ¡Traicionaste a mis padres! - Gritó - Murieron por tu culpa.

Se sintió como una apuñalada en el corazón.

- No Harry, no fue ella un hombre traicionó a tus padres pero fue un hombre que hasta el día de hoy pensé que estaba muerto - Dijo Remus, quien apareció hace unos segundos y solo me dirijio una mirada.

- ¿Quien lo hizo? - Preguntó Harry.

- Peter Pettigrew, y está en esta habitación justo ahora ¡Vamos Peter! ¿Vas a ser un cobarde como lo eras de niño? - Pregunté burlona lo último.

- ¡Expelliermus! -Dijo una voz, me di la vuelta para ver a Serevus. - La venganza es dulce, esperaba ser yo quien te atrapará.. -

- Severus yo.. - Fue interrumpido por Snape, quien al parecer me tenía un discurso preparado.

- Le dije a Dumbledore que estabas ayudando a un viejo amigo en el castillo y ahora aquí está la prueba.

- Brillante Snape, no cambiaste nada, tu cerebro sigue igual de irracional que antes y como siempre te equivocaste en tu conclusión - Dije. - Y ahora sí nos disculpas, Remus y yo tenemos un negocio pendiente...

- Dame una razón, te lo suplico - Severus me apunto con su varita.

- Severus no seas tonto.

- Ha sido así siempre - Dije.

𝗗𝗲𝗮𝗿 𝗠𝗮𝗿𝗮𝘂𝗱𝗲𝗿𝘀 ✦✦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora