𝗗𝗲𝗮𝗿 𝗠𝗮𝗿𝗮𝘂𝗱𝗲𝗿𝘀 ✦✦

015

- ¡Abuela! estoy aquí, los Weasley se ofrecieron a traerme - Aviso Neville entrando en la casa, caminó hacia la sala y dejó caer su bolso al ver quién estaba aquí.

Una de las personas que ayudó a Bellatrix a torturar a sus padres estaba ahí, en su sala, sentada como si nada.

Parpadeó dos veces y miró a su abuela - ¿Que hace ella aquí? - Preguntó.

- No le hables así, es tu madrina. Y quiere hablar un poco contigo.

- Yo no quiero hablar con ella, mis padres están en San Mungo por ella, por su culpa.

- Neville, baja ese tono.

- ¡No!, no quiero hablar con ella.

- Solo dale unos minutos, lo único que quiere es conocerte y luego se irá ¿Si? Solo dale una oportunidad, yo estaré aquí. Si ya no quieres hablar con ella me lo dices, pero porfavor dale una oportunidad.

Neville no estaba convencido, para nada. Pero la mirada de súplica de su abuela hizo que suspirara de frustración y accediera.

Se sentó a unos metros de Betty y la miró - ¿De que quieres hablar?

Betty, quien tenía la mirada agachada, incapaz de mirar a su sobrino alzó la mirada y sus ojos se llenaron de lágrimas - Neville...

Quizo correr y abrazarlo, pero no podia, se notaba que el estaba demaciado incómodo y que no quería estar ahí, se notaba el rencor en su mirada y eso le dolía a Betty.

- ¿No deberías estar en Azkaban?

Betty parpadeó - Bueno, vine aquí por ti. Quiero conocerte Neville. Soy tu madrina.

- Dejaste de significar algo para mí cuando ayudaste a Bellatrix a torturar a mis padres.

- No - tartamudeo - Yo no, yo nunca haría algo así. Te lo prometo, Frank es mi hermano, Neville.

- ¿Cómo podría creerte? Entregaste a los Potter, asesinaste a mucha gente.

- Se que no es fácil, tienes toda la razón de estar molesto y de odiarme, pero sólo quiero que me escuches y después me puedes odiar todo lo que quieras. - Pidió.

Neville la miró con descofianza - Está bien.

- Yo, bueno yo no entregue a los Potter, fue Pettigrew puedes preguntarle a Harry, el sabe todo la verdad lo vio con sus propios ojos, también esa niña... ¡Hermione! Y el menor de los Weasley. Yo no lo hice, tampoco le di nigún tipo de información a loca de Bellatrix, soy capaz de muchas cosas y no vengo aquí a hacerme la santa, porque créeme no lo soy, tengo mis errores de los cuales me arrepiento, soy todo menos un pan de dios pero nunca haría algo así a mi hermano, a mi sangre. Yo hice todo lo que pude para que Frank vuelva a ser lo que fue, pero no hay nada que se pueda hacer y créeme, me duele el alma eso. Se que no soy de fiar, estuve doce años encerrada en Azkaban debes odiarme, pero yo escape por ti, porque me importas, porque le prometí a tus padres que cuidaría de ti, que te protegería de todos y eso quiero hacer. Si me das una oportunidad para probarte que no soy lo que piensas te juro que no te decepcionare...

- ¿Como estás tan segura? ¿Cómo estás segura de que no me decepcionaras? no me conoces de nada, talvez me conociste de bebe, tal vez eres mi madrina. Pero yo no soy la que tú crees que soy. No soy el sobrino perfecto que piensas que voy a ser. No me conoces.

- Pero si me das la oportunidad, a mi no me importa como sea tu carácter, si eres alguien tímido, si eres alguien extrovertido, si eres alguien que no le importa nada. Me da igual, solo quiero estar cerca de ti, formar parte de tu vida. Eres lo único que me queda de Frank. Porfavor...

Neville suspiro, no sabía que hacer. Toda su vida el había creído que su tía ayudo con la tortura de sus padres y ahora estaba en su sala rogándole que le dé una oportunidad, diciéndole que lo quería, que haría todo por el, estaba abrumado, Betty no era como el creía que se vería, el pensaba que ella era alguien con el pelo inflado, con la ropa rasgada y con una mirada de pura locura. Pero no era así, se veía muy normal, su cabello era hasta sus hombros y tenía flequillo, tenía ojos marrones tristes, y no veía rastro de locura, solo de tristeza. Estaba abrumado y Betty se dio cuenta de eso.

- Lo siento, perdón por asustarte o abrumarte, yo... Puedes tomar el tiempo que quieras, no hay presión, ya espere mucho, puedo esperar un poco más. - Sonrió tranquilizadoramente.

Neville asintió y se disculpó antes de subir a su habitación y encerrarse a pensar en todo. No estaba seguro de que hacer, solo no quería que lo decepcionaran, no quería salir lastimado.