The Theory ─ Kookmin

33. La teoría del: Humo.

Mierda.

Ambos se encontraban en silencio mientras trataban de calmar sus respiraciones, Jimin tragó duro maldiciendose mentalmente casi a punto de salir de encima de Jungkook cuando sintió que el agarre de éste en su cintura se acentuaba aún más.

Los ojos oscuros del pelinegro viajaban de vez en cuando a los de Jimin antes de inhalar del cigarrillo y lamer sus labios. Entonces el rubio se armó de valor para apoyar su rostro en la curva del cuello del pelinegro, mordiendo su labio inferior cuando sintió como Jungkook acomodaba el asiento un poco hacia atrás para su comodidad.

Claro, su comodidad.

Elevó un poco su mirada moviendo un poco su rostro, su pequeña nariz rozando suavemente una vena en la garganta de Jungkook haciéndolo tragar duro. Se reincorporó apoyando sus manos nuevamente en sus hombros para mirarlo fijamente.

El humo salía lentamente de su boca, la menta mezclada con el tabaco daba vueltas la cabeza del rubio de labios entreabiertos.

─¿Quieres probar?

─No fumo.

La sonrisa del pelinegro se curvó a la vez que su mano se movia de su cintura hacia su espalda causandole escalofrios hasta que ésta acunó su nuca con suavidad sin despegar sus ojos de los del contrario.

─No es necesario que lo hagas.

Su voz ronca y mirada fija lo estaban volviendo loco, exhaló una risita nerviosa antes de menear su cabeza.

─Jungkook yo sabía que ésto no...

─Yo quiero probarte Jimin, joder, solo un poco.

Su tono era demandante con una pizca de ruego que hizo flaquear los brazos de Jimin y también su cordura, joder, el también quería eso.

Y casi como si hubiera sido magia del destino, el estruendoso sonido de los truenos hizo que el rubio se sobresaltara lo suficiente para inclinarse hacia el pelinegro que sonreía con ojos entrecerrados mientras lanzaba el cigarrillo y dejaba que una fría brisa de lluvia entrara a envolverlos como un huracán.

No habían palabras qué decir en ese momento, los labios de Jungkook estaban dejando besos pequeños sobre las mejillas de Jimin mientras acunaba sus mejillas haciendo que éste cerrará los ojos sintiendo los truenos de fondo mientras que el calor de la boca de Jungkook quemaba su piel.

Lamió sus labios al sentir el roce dulce de labios ajenos sobre los suyos, suspiró un poco ya dejándose llevar cuando sintió como capturaba su labio inferior antes de besarlo suave y lento aunque de una forma intoxicante.

Era como si su cuerpo tuviera vida propia a parte de su cerebro, Jimin quería reír, era inútil y patético resistirse en ese momento cuando la lengua de Jungkook se deslizó como un cabrón sobre la suya, besándolo como si lo dominará, como si todo en Jimin fuera suyo.

Podía sentir la menta y el tabaco en su boca ahora sin haber fumado.

Cabrón, Jungkook gruñó por debajo cuando Jimin se dio cuenta que su cadera se movía inconsciente mientras seguia sobre su regazo, inhaló profundo tirando del cabello negro cuando éste se alejó un poco para besar su mandíbula.

─N-No podemos...

─Sigue así nene, en serio, no te detengas ─Ronroneó sobre su garganta dándole un beso y una leve mordida que hizo sobresaltar al rubio.

Jimin inhaló profundo sintiéndose fuera de sí, sintiendo lo bien que los besos de Jungkook le hacían mientras se movía sobre éste sintiendo como la excitacion de ambos crecía como un tsunami.

Estar con Jungkook desataba todo tipo de desastres naturales dentro de su mente.

─El...El departamento, ahora ─Se escuchó exigir en un hilo de voz que hizo que Jungkook detuviera sus besos.

Jimin tragó duro pensando en que tal vez había hecho algo mal, pero el brillo oscuro en los de Jungkook decía lo contrario sin dudas.

Sus dedos tatuados y sin anillos (ante la práctica de béisbol) corrió un mechón de cabello de su rostro antes de sonreír como si no hubiera devorado sus labios y probado parte de su piel segundos atrás.

─Claro que sí Minnie.

💗💗💗

Jeje, eladera les dice: agárrense.