HUDSON'S (SPIN-OFF MI VERANO EN AUSTRALIA)

CAPÍTULO 23 (Desearia haber sabido que...)

JOSEPHINE MUNSON

—No puedo creer que haya accedido a hacer esto —se quejó Luke dando pinceladas al lienzo.

—Solo busca inspiración —animé.

Desde la noche que conocí a Darren me sentí atraída por el arte, y así fue como terminé en este taller de pintura sobre lienzo, y bueno, terminé arrastrando a Luke conmigo.

—¿Como van chicos? —preguntó la maestra mientras apreciaba nuestras creaciones.

—Creo que bastante bien —respondí.

—Esto es precioso Luke —halagó la mujer. Dejé el pincel y me levanté del banquillo para asomar mis narices al lienzo de Luke.

—Pensé que esto no te gustaba.

Luke tenía talento para esto, lo que había hecho era precioso, podría admirarlo por horas, simplemente el arte era uno de los tantos talentos ocultos de Luke.

—Luke, ¿Habías hecho esto antes? —preguntó la mujer aún sorprendida.

—Cuando era más pequeño mi mamá asistió a algunos talleres, la acompañaba y en ocasiones me daban lienzos y pinturas a mi también.

—¿Te gusta hacer esto o...

—Tenía tiempo sin hacerlo para ser sincero —respondí.

—Tienes un gran talento Luke, aprovéchalo —aconsejó la mujer antes de seguir revisando las creaciones de los demás.

—¿Cuándo ibas a decirme que eres un Picasso? —cuestioné.

—No es nada —minimizó su talento.

—Darren que bueno que pudiste venir —Saludó una de las chicas de la clase.
Inmediatamente levanté mi vista y a lo lejos pude ver a Darren saludando a una chica de cabello platinado. Me preguntaba a mi misma en si debía saludarlo sin parecer una acosadora que sabía perfectamente que él vendría esta tarde aquí. Quizá omití la parte en que busqué su Instagram y encontré un anuncio en donde el impartiría una clase sobre técnicas en este taller, sabía que yo no podría estar presente por que era para los avanzados.

—Luke ven aquí —lo llamó la maestra Campbell.

Luke se levantó del banquillo y caminó hasta el otro extremo del salón. Al parecer lo había puesto a analizar las técnicas que están usando los demás.
Volví a mirar en dirección a donde estaba antes mi amigo de una noche, pero ya no había rastro de él.

—Josephine —Una voz me tomó por sorpresa.

—Ay mierda —solté inconscientemente. El corazón me palpitaba como loco, en verdad me había dado un susto.

—Lo siento —se disculpó.

—Darren —saludé tratando de disimular que sabía perfectamente que él estaba aquí, por que lo vi llegar y por que lo investigué.

—¿Qué haces aquí? —preguntó sorprendido. Sus profundos ojos me tenían hipnotizada, tanto así que olvide como hablar.

—Ah... yo...