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Jungkook no estaba acostumbrado a las cosas emocionantes o felices, llenas de colores y que incitaran a los niños a gritar de alegría. Sin embargo, ese día había recibido una invitación que su psicóloga había definido como "Fiesta de cumpleaños"

Le habían dado una tarjeta llena de colores con el nombre de una de las niñas del centro, pero Jungkook no sabía leer, así que no comprendió de quién era. Su cuidadora le dijo que se ducharían después del desayuno y se pondrían ropa cómoda para poder ir a la fiesta en el patio de juegos.

Jungkook no entendía qué se celebrará o por qué habría una fiesta, pero no quería ir.

― ¿Seguro que no quieres asistir? Taehyung estará presente en el cumpleaños―dijo Momo mientras veía a Jungkook acomodarse sus zapatos de goma.

Jungkook negó, porque aunque le gustaba mucho estar junto a Taehyung, tenía miedo de lo que era una fiesta. No quería escuchar a muchos niños gritando y tampoco quería estar afuera por tanto tiempo.

Había pasado un mes y medio desde la entrada de Jungkook al centro y aunque se habían presentado avances, estos no eran lo suficientemente impactantes en la vida del menor como para permitirle el irse del refugio. La mayoría de los niños pasaban años de proceso antes de la adopción e incluso después de esta, tenían que seguir frecuentando a su profesional con mensualmente hasta que se estuviera al cien por ciento seguros de que el niño estaría y se encontraba bien con su familia adoptiva.

Por lo que Jungkook se mantendría en el refugio por un tiempo.

― ¿No te gustaría ver de lejos al menos? Podemos quedarnos lejos y solo te daré la comida que ofrezcan―inclinó ligeramente la cabeza, intentando convencer al menor de alguna forma, ya que los cumpleaños eran dulces dentro del refugio.

El 99% de los niños del centro no habían celebrado sus cumpleaños nunca y por ello, dentro del centro se los celebraban el día indicado con pequeñas fiestas y regalos de parte de las trabajadoras encargadas de cada niño, para darle un toque especial a su día de nacimiento.

Después de todo, los niños que residían en el refugio fueron educados con la idea de que su existencia no ha sido nada positivo y eso debían cambiar.

Jungkook lo analizó, para finalmente asentir. Tenía mucha curiosidad sobre lo que era una fiesta de cumpleaños y qué iban a darle por asistir.

Momo aplaudió con una sonrisa, porque en verdad quería que Jungkook se diera la oportunidad de asistir a una fiesta.

―Muy bien, estamos casi listos y podemos irnos―levantó las manos con ánimo, haciendo que Jungkook sonriera, imitando su levantamiento de manos.

Jungkook había entrado en confianza casi al cien por ciento con Momo, tomando en cuenta que ella era quien pasaba con él todos los días y la mayoría del tiempo, la chica logró ganarse su confianza e incluso consiguió sacarle algunas sonrisas al pequeño que normalmente se mantenía serio, siendo ese el objetivo real de tener a alguien específico para sus cuidados.

Terminaron de prepararse y salieron de la habitación, ambos logrando escuchar algunos gritos a lo lejos, sabiendo que la fiesta se estaba llevando a cabo en la zona de juegos, por lo que los gritos divertidos se hacían presentes. Jungkook arrugó la nariz ante aquello, no gustándole para nada la cantidad de gritos que se escuchaban, especialmente porque él estaba más acostumbrado al silencio o a gritos de dos personas como mucho.

―Gritan porque se divierten, como le pasa a Taehyung, así que no debes preocuparte―aclaró la mayor, sabiendo que el pequeño castaño era el mejor ejemplo que podía colocar, ya que era el único amigo de Jungkook.

Safe place 🌸 KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora