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Observó con atención la pequeña pelota que se mantenía sobre la alfombra de la sala, tenía tantas ganas de tomarla y jugar con ella. Era una pelota de color naranja, bastante bonita y con un dibujo de Iron Man en ella, su súper héroe favorito. Le encantaba.
Quería jugar con ella, mucho, muchísimo.
Pero sabía que si la tomaba, habría graves consecuencias.
Se sentía adolorido y su panza no había dejado de doler en todo el día, pero eso no era algo de lo que no estuviera acostumbrado, por lo que intentó ignorarlo, como siempre.
―Pelota.
Susurró para sí mismo, apretando sus dedos con fuerza, para que sus manos dejaran de picar por tomar el juguete que le habían regalado, pero también le habían prohibido utilizar.
Recuerda perfectamente cuando su vecina le entregó la pequeña pelota, se había sentido tan, pero tan feliz.
Pero su madre le dijo que no podía usarla, nunca.
Su padre también le dijo algo similar, pero realmente no había comprendido sus palabras.
No podía moverse de su lugar, no debía hacerlo. Pero su madre había colocado la pelota en el medio de la sala, cuando antes estuvo guardada en un cajón de la alacena, en donde el pequeño no podría alcanzarla.
―Pelota.
Respiró hondo y miró a sus costados, esperanzado de que no hubiera nadie cerca y así poder tocar, aunque sea un poco la bonita pelota.
―Suave, pelota suave.
Jamás había tenido la oportunidad de tocar una pelota por mucho tiempo, no tenía juguetes, ni uno solo. Solamente conocía las pelotas porque la hija de su vecina tenía muchas de ellas, de muchos colores y tamaños.
Jungkook no sabía el nombre de los colores, pero le gustaban los que eran brillantes.
Se golpeó su propia mano cuando el deseo de tomar la pelota se apoderó nuevamente de él, sabía que no debía, sabía que su madre lo golpearía sin parar si se atrevía a tomarla, cuando le ordenó mantenerse en la esquina de la sala, junto al televisor.
Pero Jungkook quería jugar, aunque sea un poquito.
―Poquito.
Colocó ambas manos sobre el suelo, comenzando a impulsarse para poder pararse y caminar hasta la pelota, sus piernas y brazos dolían mucho y temblaban cuando intentaba colocar todo su peso sobre ellos, pero no tenía remedio.
Su madre le había dicho que a los niños malvados les duele el cuerpo y que es bueno el golpearlos para que sean niños buenos.
Jungkook no sabía por qué era un niño malo, si se la pasaba todo el día en la esquina de la sala. No lo sabía, pero su padre le había repetido muchas veces que era un tonto y que no sabía nada.
Para Jungkook tenía sentido, no comprendía por qué era un niño malo, porque no sabía lo que significaba.
Era un tonto, tonto, tonto.
Cuando pudo mantenerse parado sin que sus piernas se agitaran tanto como para hacerlo caer, comenzó a caminar lentamente hasta la pelota, siendo lo más sigiloso que pudiera, para no llamar la atención de sus padres. No quería que lo castigaran por haber sido malo, solo quería su pelota.
Sonrió en grande cuando pudo tomarla, le encantaba el tacto de la pelota y quería botarla en la pared para poder jugar un rato, le encantaba el color y le gustaba la imagen que tenía impresa, era el súper héroe que había visto cuando sus padres veían televisión y él se encontraba en el suelo, junto al sofá.
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Safe place 🌸 KookTae
FanfictionEl oficial Jeon Donghae jamás creyó en el destino, pensaba que aquello no existía y todo era mera casualidad, ya que nunca había visto o experimentado algo que le hiciera creer en él, por lo que se mantuvo en su postura durante muchos años. El pensa...