Capitulo 1:
Estaba harto, sentía que no podía más de cansancio, llegó a su horrible hogar junto a su horrible padre quien miraba el pequeño televisor con un par de latas de cervezas esparcidas por el piso. Todos los días era lo mismo, le preguntaba si había conseguido trabajo y el viejo le respondía entre gruñidos que aún no se sentía listo. Ocupaba la muerte de su madre como excusa para darse a los vicios: bebida, apuestas y mujeres ¿Y él? Tenía que acarrear con las deudas y los acreedores que pensaban que tenían el derecho de pisotearlo cada vez que se topaban de frente. Adiós al sueño que había tenido de estudiar una carrera decente para poder surgir de aquella mierda, no pudo hacerlo, no había dinero. Pronto tuvo que buscar un trabajo cualquiera para poder solventar los gastos pero nada de lo que hacía le alcanzaba. Empezó limpiando baños en unas oficinas pero la gente que pasaba por allí eran unos verdaderos déspotas sin corazón que no pensaba que él también era un ser humano con emociones.
-Y limpia bien, la otra vez dejaste una mancha –derramaban el café en pleno suelo para que el tuviera que limpiarlo con su mopa.
-Hijo de puta—tenia una personalidad explosiva, no podía controlar su lengua viperina y odiaba sentirse menos en frente de las personas.
-¿Qué dijiste?—hasta allí había llegado aquel trabajo. Lo habían echado abogando que había incumplido el contrato al tratar mal y perjudicar a la gente del trabajo, patrañas, el había sido ofendido primero. La verdad era no le importaba, la paga era mala igualmente. Después intento varios trabajos pero nada cumplía con su meta monetaria. Por eso estaba en la desesperación, fumando un cigarro que esperaba que nunca se terminara. Miraba a su padre y sentía un odio visceral, él era quien lo había metido en esa mierda, era quien tenía toda la culpa de sus desgracias, pero ya los cobradores lo conocían y era a quien le pedían el dinero. Decidió salir solo aquel día, no quería pasar ningún segundo más en su casa. Tomo su chaqueta, su billetera, celular y se aventuró a las calles frías de la ciudad. Pasaba de bar en bar tratando de decidir si gastar sus últimos dólares en una frívola cerveza. Se decidió por entrar a uno y pedir un trago, tan solo un Cosmopolitan y gozarlo cómo hace rato no había podido, todo su dinero iba destinado a a deudas.
Un sujeto extraño lo miraba desde el otro extremo de la barra. Era bajo, delgado, de cabello rubio y sonrisa perpetua en el rostro. Saludaba a todos con familiaridad y se codeaba con los barman en la barra. También lo saludo cordialmente, extrañándolo ¿Lo conocía de algo? Siguió tomando el brebaje carmín de su vaso sin corresponder el saludo, no estaba de humor para interactuar con nadie pero el desconocía no conocía límites. Poco a poco se fue acercando hacia su puesto y le sonrió, haciendo una seña al bartender para que le sirviera otro trago igual.
-¿Estás solo?—
-Disculpa, realmente no quiero hablar con nadie—
-No creo que alguien tan hermoso como tú venga solo a tomar un trago—sonrió mostrando todos sus dientes blancos. Sus ojos ónix deslumbraban penetrantes mirándolo con escrutinio.
-Eso mismo hago y quisiera hacerlo, solo—le estaba cabreando aquella actitud petulante.
-No seas así, Anthony—salto en su asiento. No sabía cómo aquel hombre conocía su nombre. Se asustó e intento huir pero una fuerte mano lo agarró—déjame presentarme, me dicen Lucifer y tengo una empresa—le entrego una tarjeta que solo contenía su nombre y una mariposa.
-¿Butterfly?—
-Exacto. Hace algún tiempo empecé a seguirte porque tu belleza es fuera de este mundo. Alto, delgado, cabello rubio, ojos azules y labios cereza, pecas, piel nívea y porte elegante—aquellas palabras le dieron aún más miedo—te necesito en mi empresa—hablaba con confianza.
-¿Cómo?—no entendía una palabra de la que le decía.
-Si, tengo una empresa de prostitución a domicilio, pero no una cualquiera si no una exclusiva. Tendrás un cliente o varios con mucho dinero que puede pagar por tus servicios. Tenemos varias reglas por lo que nada debería salir mal ¿Qué dices?—
-¿Prostitución?—la cólera le subió por la cabeza, dejo el trago sobre la mesa y se dirigió indignado hacía la salida. Jamás lo habían ofendido tanto, jamás le habían hecho algo tan humillante cómo eso. Jamás pensó en vender su cuerpo, su integridad, siempre busco trabajos honestos y ahora venía ese rubio de pacotilla a ofrecerle semejante oferta. Lucifer por supuesto que llamo un par de veces pero hizo oídos sordos, salió del local sin mirar atrás ni dirigirle la palabra. Después de aquello se dirigió a su casa, se cambió de ropa y se acostó a dormir, mañana debía seguir la agotante tardes de encontrar un trabajo.
**
Solo la gente que va a entrevistas o envía su currículum por correo se da cuenta lo frustrante que es no recibir respuesta o simplemente ser ignorado. Paso todo el día intentando buscar algo decente pero no obtuvo frutos. Ahora estaba sentado en las bancas de un parque ya estaba oscureciendo y estaba poniéndose helado, además sin contar el hambre que llevaba, no tenía dinero y estaba empezando a entrar en pánico ¿Qué haría de ahí en adelante? No pudo controlar las lágrimas que fluyeron cuál cascadas. Estaba desesperado, pobre y sin esperanzas. En frente de el vio una mano que le ofrecía un pañuelo, alzó la mirada y se encontró con Lucifer sonriendo inocente ofreciéndole su ayuda desinteresada.
-Tu otra vez. Lucifer ni siquiera debe ser tu nombre real—tomo el pañuelo arrebatándoselo de las manos.
-No, pero todos nuestros datos son secretos, también tendrás un nombre clave—seguía insistiendo. Anthony rodo los ojos y el rubio se sentó al lado de él, no entendiendo las señales.
-Te dije que no iba a aceptar—
-Estas quebrado ¿Qué otra alternativa te queda? Además aún no te he dicho la cifra que cobrarías—aquello despertó el interés del ojiazul, no respondió para que prosiguiera—14.000 dólares al mes—quedo boquiabierto. Se podía imaginar con aquella cantidad en sus bolsillos, podía hacer maravillas incluso irse a vivir lejos de su padre mientras pagaba sus deudas—y sin contar los regalos y propinas que recibirás—todo era muy bueno para ser verdad.
-Debe haber una trampa—dijo desconfiado.
-Bueno, tendrás que cumplir cada cosa que te pidan, lo admito, no será fácil, debes ser aprueba de balas pero aparte de eso, tendrás todo el dinero que sueñas—volvió a sonreír, era su mejor cualidad.
-Y si aceptará ¿Tendría un contrato de trabajo?—
-Claro, contrato, pagarías tus impuestos, todo legal. Si aceptas además tendrías que cumplir ciertos requisitos como hacerte un examen completo, no puedo arriesgar a mis pacientes—
-Claro, tiene sentido—estaba meditando sobre la oferta y la verdad no estaba en posición de rechazarla. Con un gran suspiro—bien, acepto—Lucifer carcajeo mientras estrechaba la mano de su nueva adquisición. Un joven exquisito, sus clientes estarán contentos con el nuevo gigoló.
-Me parece, ahora vamos a mi oficina y te explicaré todo el trabajo. Empezarías la otra semana después de pasar el examen médico—así consiguió un trabajo que lo sacaría al fin de aquel hoyo miserable del que estaba metido, aunque no estaba muy seguro de lo que tenía que hacer, pero ya había tiempo de averiguarlo.
**
ESTÁS LEYENDO
"Butterfly"
Fanfiction"Un chico ahogado por sus deudas, hará lo impensable para poder salir adelante. Aunque eso signifique traicionar a su corazón" Radiodust 🦌🕷️ huskerdust🕷️🐈⬛