"Butterfly"

"De aquí a la eternidad"

Capítulo 11

Cuando Alastor llevó a Angel a aquella fiesta, el infierno en la tierra se había desatado. Su familia lo contacto furioso y utilizo todo su poder para castigarlo. Primero se lo habían llevado a la fuerza a Europa, después habían bloqueado sus negocios en otros países e hicieron un gran desastre en sus ganancias. Tercero lo habían amenazado con destruirlo si no sentaba cabeza ahora mismo y se casaba con la mujer que habían destinado para él. Acepto ¿Qué otra cosa podía hacer? Se encontró con una mujer ligera de cascos, que no podía mantener una conversación profunda, risa fácil y lo mejor, aceptada por sus padres. Se casó con ella en una ceremonia sencilla y regreso a Estados Unidos para que el chisme se esparciera. En aquel lapso de tiempo, no había podido contactar con Angel y después no se había atrevido a darle cara ¿Qué le podía decir?

-Es más fácil –fue la única explicación que pudo darle. Sentía vergüenza de si mismo. Siendo un magnate, un brillante empresario, no había podido darle cara a sus padres y como siempre, había caído en sus redes haciéndolo infeliz. Su esposa estaba feliz y actuaba bien su papel, eso le facilitaba más cosas pero al momento de llegar a la intimidad simplemente no podía hacerlo, no le excitaba cómo Angel lo hacía ni le prendía como aquel hombre que extrañaba más que su vida. Se resigno a su destino, el rostro dolido del rubio lo terminó de hundir en su propio mundo, salía cada anoche para no llegar a la casa y fingir frente a las cámaras y los otros vejestorios de negocios para que sus padres lo aprobaran. Patético y estúpido.

**

Se reencontraron en una de esas estúpidas fiestas y Alastor lo vio más hermoso que nunca ¿Siempre había tenido el cabello así de vaporoso? ¿Las piernas tan largas y delgadas? No pudo evitar acercarse a él y hablarle, bueno, hicieron más que eso y fue mágico, se sentía vivo otra vez, dejó atrás su pena infinita y su amargura del alma, hasta olvidó a sus padres por unos largos minutos. Siguieron un par de encuentros más y es que como iba a poder resistirse, no podía hacerlo, lo amaba con el alma, pero su amor no tenía cabida, no en su mundo por lo menos y eso se enterraba como una mortífera daga en su destrozado corazón. Pero es que Anthony era tan especial, podían hablar de lo que fuera, era inteligente, esforzado y trabajador. Le contó sobre su vida, sus tristezas y pasiones, quería conocerlo y que le conociera. El le contó parte de su historia, omitiendo lo que le habían echo sus padres, no podía decirle que por su culpa casi pierde todo, haría sentir mal al rubio, pero el gigoló podía intuirlo, no era idiota y aceptaba al castaño tal y como fuera contar con tenerlo entre sus brazos. Cómo lo había extrañado, añoraba cada gesto, cada sonrisa y cada caricia. Eran la adicción y perdición del contrario, por lo que así siguieron su aventura apasionada a escondidas, cada vez más reciente, cada vez más descarada hasta el punto de que Alastor lo invitaba a su penthouse cuando su flamante esposa tenía un compromiso. Lamentablemente, un día, ella volvió antes de tiempo y los descubrió. Ella odio Anthony desde el momento que lo vio en la fiesta y despotrico todo tipo de insultos y con razón, el se había metido con un hombre casado, su hombre casado pero no quedaría así. Ilanka sabía que su matrimonio era arreglado, pero ella estaba conforme con eso, tenía todo el lujo que podía haber deseado y por eso le sacaría todo lo que pudiera sacarle, le exprimiría hasta el corazón contar de devolverle tan humillación.
Y así se divorciaron, la pareja más cotizada de los tabloides había llegado a su fin por un don nadie.
Sus padres le recriminaron pero encontraron que su esposa tenía la culpa por no “aguantar” aquellos comportamientos que era normal entre grande hombres de negocio con poco tiempo. Alastor se enojo y respondió que el tenía toda la culpa de la situación, la había engañado y ella no se merecía aquel trato.

-Pero en la prensa queda mejor—y así se publicaron los periódicos. Ilanka tomo venganza y dijo que su esposo era un sucio maricon y se había metido con la puta de Angel, de la empresa de Butterfly. Lucifer supo de esto e interrogo al rubio que admitió su vergüenza entre llantos. Al final Husk tenía razón y solo se estaba vendiendo barato.

-Pero es que lo amo Lucy, no puedo evitarlo—y el jefe suspiro, teniendo que despedirlo. Ya cuando cruzaban aquellos límites, no había vuelta atrás. Su empresa era una empresa sería y prestigiosa, pro mucho que le gustará aquel rubio, debía presidir de sus servicios. Así Anthony volvió a la incertidumbre y pobreza, por suerte había ahorrado. Husk supo de aquello por las noticias y un día se apareció en la puerta del rubio sin avisar, con un paquete de cervezas y una disculpa en sus labios. Se había dado cuenta de lo cruel y bastardo que había sido con su mejor amigo, pero es que estaba triste, había roto su compromiso por una tonta discusión y los nervios previos al compromiso. Ahora todo estaba bien, lo habían solucionado y vuelto con los planes originales (jamás le iba a contar su pequeño desliz, además no importaba ya que había sido en un momento de ruptura ¿No?)

-Sabes lo mucho que la amaba—aunque sabía que no era excusa por como lo había tratado—estaba devastado y te utilice a mi favor. Discúlpame—Anthony lo pensó por un momento.

-Husky, sabes la mucha estima que te tenia, sabes lo importante que eras para mí y por eso te perdono—él pelinegro sonrió aliviado, sabía que lo iba a perdonar, habían sido amigos desde la infancia y el lazo que tenían era inquebrantable—pero no por eso te quiero tener en mi vida, me hiciste mucho daño, algo que un buen amigo no lo haría jamás. Si, trabajaba en el rubro de la prostitución, pero no por ello no merezco respeto—fue su discurso. Husk entendió las crueles y justas palabras de su amigo de tantos años, no sin sentirse decepcionado y tremendamente triste por la decisión. Ahora entendía el daño irreparable que le había proporcionado. Ahora tendría que vivir con ello en su corazón, mintiéndole a su esposa día a día.

-Gracias por tus palabras—se retiraron y los dos supieron que no se volverían a ver, ya había un mundo de distancia entre ellos, los dos habían cambiado para bien o para mal.

**

Butterfly tuvo que decir un comunicado de prensas dónde admitia vergüenza de uno de sus trabajadores, expulsarlo y declarar que jamás volvería a pasar algo así. Eso arremetió contra las finanzas y Lucifer fue tajante, no tuvo más contacto con el rubio por mucha pena que sintiera su corazón. Sabía que lo había abandonado a su suerte, pero aquella situación no le había dejado otra salida. Alastor lo vio por la tele y lamento todo este embrollo, sus padres pegaron el grito al cielo por todo aquellos rumores y trataron de contrarrestarlos pero el castaño estaba harto de aquella sociedad, de sus padres, de las mentiras y que todo se moviera por el dinero. Decidió salirse y vivir la vida como el quería vivirla. Les dijo a sus padres que era gay y ellos lo desheredaron e intentaron quitarle sus empresas, pero no pudieron hacer mucho, habían sido del propio esfuerzo y sudor de su hijo, el aún iba a poder conservarlas.
Dio una declaración a la prensa admitiendo su homosexualidad y admitiendo su desliz con la empresa Butterfly—me enamore perdidamente sin quererlo. Angel me tuvo paciencia y me hizo reflexionar sobre mi vacía vida, siempre en las sombras—Anthony lo miro por la tele, llorando a mares pensando en cuanto lo amaba por su valentía y sus palabras. Después de aquel discurso, Alastor se dirigió a la casa del rubio y lo beso con fuerzas renovadas, pensando en que por fin era libre para amarlo como el quisiera. Se mudaron a vivir juntos y hablaron sobre todo el tiempo que habían perdido, sobre sus temores y felicidades, amores y canciones. Se unieron en cuerpo y alma amándose hasta la eternidad. Nadie entendería aquella unión que el destino junto, que ellos no planearon y fue creciendo con tiempo y juegos.

FIN