tu olor

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Y tu olor se quedó entre mi cuerpo como las sábanas en una mañana de un domingo después de hacer quehaceres en la casa.

Cómo la fragancia de una suave brisa, que arropa a las flores de un jardín bien cuidado, que con esfuerzo cada día florece entre las estaciones del año de diferentes maneras, dejando a su pasó un brillo sin igual que te deja enamorado por aquella inocente, coqueta y dulce sonrisa.

En dónde encuentro tal alivio que dormir se me hace tan fácil bajo tus brazos suaves y algo cansado. Dónde quiero siempre estar para brindarle amor, lealtad y un lugar para descansar.

Un lugar donde no necesites limitarte y mucho menos esforzarte a seguir una imagen, un lugar en dónde fluyas siendo tu mismo, dónde el ritmo de las cosas sean el compas de tu tranquilidad, en dónde estará bien no ser tan fuerte hoy y seguir adelante el otro día porque ya no puedas más.

Para solo dejarte volar en el aire de tu vibra, entre energías y conexiones creadas por tu carisma inigualable que conquista todo a su paso de esta vida.

Cómo el olor a pan recién horneado, cálido y deseado.

Refrescante olor a frutas, vivo y brillante.

el tranquilo aroma del mar, fuerte y radiante.

Así quedas en mi, una dulce fragancia de emociones mezcladas entre mis favoritas y las más admiradas.

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