Yunho creció en una familia que le dio de todo, techo, comida, ropa, estudios, y sobre todo amor.

El creció con ese ambiente positivo, y si estaba triste su madre siempre estaba allí para apoyarle, su padre solía ser algo serio pero igual apoyaba a ambos hijos.

Una familia sana y adorable, obvio, no tenían los ingresos que ahora tienen pero siempre les dieron lo que podían.

Yunho no será el chico más afectivo, pero sabe da amor a su manera.

Y ya luego sabrán como.

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Yunho salió aquella noche porque algo le decía que dejara de hacer papeleos y fuera a caminar al parque, era algo de él ir a este cuando estaba estresado o despistado, cuando lo necesitaba salía, pero al caminar, pudo ver a Jungkook, él era un año mayor que él, pero ha pasado por cárcel, robo, drogas y alcohol, y ahora mismo estaba borracho, se alejó un poco de él pero pudo divisar una sonrisa pícara en este, tenía la mirada dirigida a alguien pero Yunho cargaba una capucha puesta, uno para que no lo reconozcan rápidamente y dos porque hacía frío, por lo cual no podía ver al causante de esa sonrisa.

Su lobo insistió en seguirlo, pero el alfa no quería, fue una mala decisión, ya que su lobo empezó a rasgarle.

"Puedes controlarte al menos? No seguiré a Jungkook"

"Ese alfa le va a hacer daño a él"

Yunho no entendió aquello, suspiró y siguió un poco a Jungkook hasta que vio como se sentaba al lado de un omega, este estaba cabizbajo y andaba con un short y una remera algo grande. ¿Acaso él no tenía frío? Fue lo que pensó Yunho.

Pero la imagen de Jungkook acariciando sus muslos e intimidando no era agradable para él. Se acercó rápidamente a este.

– Jungkook déjalo –  le habló y este le miró.

– Yo lo vi primero – Acaso es un juguete?

– Vete a molestar a otro lado, lo estás incomodado y lo estabas tocando, el también quiere que te vayas – el alfa bufó y se levantó poniéndose al frente de Yunho, este le miró serio y Jungkook se fue

– G-Gracias... – murmuró bajando de nuevo la mirada, el omega, eso lo supuso, pues Jungkook no se acercaría a un alfa, y además el aroma del bajito era dulce.

– No es nada... te importa si me siento un rato contigo? – el omega negó y Yunho se sentó a su lado, quizás compartir tiempo con él no sería un problema.

Y no lo fue, no se arrepiente de hacerle caso a su alfa. Pero dudó mucho sobre la situación.

Será que su lobo es bondadoso.

Eso sonaría ridículo. Ese lobo tiene de todos menos bondad, eso lo puede sentir cada celo, rasgandole rogándole un sexo salvaje.

No iba a pensar en nada, pero algo que sí estaba seguro es que ese omega quería protegerlo con toda su vida.

(...)

– Señor Jeong – el alfa volteo y miró a Mingi acercándose a él – No quieres una invitación a mi casa? – apoyó su mano en su hombro.

– A la misma hora de siempre? – Mingi asintió y este asintió – está bien, y por favor, ten más de 6 botellas, las necesitaré – Este se sorprendió – Hoy es viernes, si no, no lo haría –respondió y Mingi rió.

– En verdad lo necesitas, bueno, hasta aquí la charla, me quedaré con Joshua a arreglar unos problemas de algunas computadoras pendientes

¡Mi Jefe es Mi Alfa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora