Abrió los ojos con pesadez mientras se estiraba, estaba extrañadamente cómodo, pues había un aire frío y estaba en unas sábanas muy colchadas, además los rayos del sol empezaban a molestarlo.

Espera...

Rayos de sol? Pero si en su habitación el sol no le daba en toda la cara.

San se levantó de una vez y visualizó la habitación.

Claro había olvidado que se encontraba en el departamento de Yunho, miró su mano todavía vendada y al lado de la cama había una nota sobre la mesita de noche. Tomó aquella nota y la leyó como pudo, pues el acabar de despertarse para leer no era lo suyo.

"Buenos días precioso, para comenzar te dejé dormir más porque no tenía corazón para levantarte, además te veías muy cómodo durmiendo y dejé que durmiera un poco más o mucho?

No te preocupes mucho por el trabajo, tu salud va primero y el recuperamiento de tu mano también"

– Trabajo? – se preguntó a sí mismo y quiso darse un golpe por olvidarlo. Hoy era lunes, suspiró y siguió leyendo.

"En el tercer cajón del mueble hay ropa interior nueva, en el armario que esta al lado izquierdo hay ropa mía que te pueda servir, siéntete libre de tomar la prenda que quieras. En el microondas hay comida que hice esta mañana, espero te guste.

Y por último, si te vas, procura dejar la puerta cerrada.

Atte: JYH"

San suspiró y decidió levantarse, pues el sol estaba pegando fuerte en la fina cortina, además no sabía ni qué hora era, con cuidado salió de la habitación y observó a su alrededor, todo estaba ordenado e iluminando, sin duda Yunho tenía un interior muy elegante y bonito, era de esperarse.

Se dirigió hacia el baño y se miró la cara, la cual estaba algo hinchada pero luego se le pasaría, fue a la cocina para ver que había dejado Yunho y encontró quesadillas que se veían bien apetitosas.

¿Eso lo hizo él? Tiene buen sabor...

Fue lo que pensó cuando se encontraba comiendo, sin duda Yunho tenía muchas cualidades. Mientras comía miraba su mano, aquello le generaba terror por recordar lo que sucedió ayer, suspiró nuevamente y siguió comiendo hasta que su celular sonaba desde la sala (donde había encontrado un cargador, que supuso que Yunho se lo dejó a propósito y aprovechó para cargar la batería de su cel) fue hacia él y vio que era Wooyoung, ahora si que tenía miedo.

Pues Wooyoung parecía una mamá, si no le decías donde estabas te rastrearía o te amenazaba.

Contestó y carraspeó al mismo tiempo.

– Bueno?

– SAN DÓNDE DEMONIOS ESTÁS!!?? TE ESTUVE LLAMANDO TODA LA NOCHE Y NO ME CONTESTABAS!! – el omega alejó el celular por lo ruidoso que era su amigo.

– Wooyoung cálmate, todavía es temprano para que me vengas a gritar...

– Temprano? – rió y un silencio inundó por 2 segundos, algo que aprovechó San para alejar más su celular – TEMPRANO!? SAN SON LAS 12 DEL MEDIO DIA Y TU NO TE APARECES!! ‐ este quedó perplejo, las 12?

– Pensé que era más temprano... Lo siento Wooyoung me quedé dormido – se disculpó y en la otra línea se escuchó una puerta abrirse y una voz preguntar "porque tanto ruido Jung?"

– Nada, es que San tuvo un problema y me exalté un poco... – San quedó callado solo escuchando.

– Qué le pasó? – preguntó con una narración de preocupado, sin duda el alfa era bueno fingiendo, pero a la vez pudo pensar que le pasó algo malo en su departamento.

¡Mi Jefe es Mi Alfa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora