10

42 2 0
                                    

Habían pasado 1 mes desde el accidente de la mano, San al final  contó lo que pasó omitiendo la parte de que se quedó en casa del alfa, su mano había mejorado mucho y podía trabajar tranquilamente, y aun así estuvo mejor porque Yunho estaba de viaje y no tenía que pasar por sus ataques de nervios aunque sea por 4 días. Pero no dejó a la empresa sola, sino que, Jeong Hoseok, su primo quedó a cargo, claro que San aún no sabía quién era porque el alfa partió hace 3 días y su viaje se extendía hasta el lunes, San nunca se topó con el chico o quizás lo hizo pero no lo conoce muy bien.

Por parte de su familia San no podía mirar más los ojos de su padre después de ese suceso, además, su hermano lo empezaba a mirar con una mueca de ¿Preocupación? Pues desde que miró su mano su mirada trataba algo de descifrar, pero era impredecible, su hermano no haría nada al respecto tampoco.

– Oye San, tienes algo que hacer cuando salgas? – preguntó Wooyoung.

– No, porqué?

– Te invito a comer, tenemos tiempo sin estar juntos y eso que trabajamos, o mejor hoy cenamos y mañana te quedas en mi casa si lo deseas – San sonrió y asintió.

– Me parece bien – respondió y Wooyoung asintió – Oye por cierto tengo que entregar estos papeles a Yunho pero necesita ser firmado para mañana, que debería hacer? – dijo el omega con preocupación.

– Dárselo al primo para que lo haga, total el tiene los permisos necesarios – habló normalmente.

– Pero no sé quién es... – murmuró.

– Quieres que se lo de yo? – preguntó mirándole.

– No, no, firmé mi parte y no quiero que nos regañen por la irresponsabilidad... él debería estar en la oficina de Yunho no? – el omega asintió y el mayor se levantó pero Wooyoung habló antes de que se fuera.

– Qué tan cercanos son ustedes dos? – el omega se volteó confundido – Jeong no deja que sus empleados les digan así, solo Mingi lo tiene permitido porque ambos estudiaron juntos y son muy cercanos... – la mirada desafiante hizo que el mayor tragara.

– Umm... – esa pregunta le había tomado desprevenido – bueno si no me escucha no tendré problema... – Wooyoung sospechó y se levantó para quedar frente a San.

– Te gusta Yunho? – estaban tan cerca, Wooyoung tenía una mirada juguetona, tanto que no sabía su lo decía en serio o en broma. El omega de San estaba que hasta saltaba cuando mencionaban ese nombre, pues quizás lo extrañó mucho, tanto que San sospechaba algo que le daba miedo, pero volviendo a la realidad debía darle una respuesta antes que se hiciera ideas que no eran.

O quizás si lo eran.

– N-No cómo crees, déjate de eso... – dijo claramente nervioso, el omega cruzó sus brazos no muy convencido – Mejor ve a trabajar, yo entregaré esto – el mayor salió de aquella oficina rápidamente aliviado de librarse de su mejor amigo. Tomó un aire y decidió ir al elevador.

Yunho no estaba tan mal, es más, es apuesto, guapo, alto tiene muchos encantos y sobre todo una sonrisa muy hermosa, tiene una buena posición de trabajo, además de que tiene una bonita personalidad y humildad. San sacudió su cabeza al saber que estaba pensando mucho en eso.

Desde que conoció al alfa su presencia siempre le hacía sentir nervioso, pero no de la manera de miedo o algo así, sino en la manera de que hay algo que no cuadra, su omega se siente extremadamente bien y seguro cuando está con él y sobretodo, es difícil decirle no a sus propuestas. Por un momento creyó que cayó bajo los encantos del alfa pero no está muy seguro de eso.

Aquella cercanía y conexión que sentía cuando estaba con el alfa no se debía a una simple atracción, sino que....  su omega y el alfa son...

– Estás bien? – fue lo primero que escuchó cuando salió de su trance, un chico un poco más alto que él, con el cabello largo, tenía la mano tatuada y varios piercings lo miraba atento, su fuerte aroma le hizo saber que era un alfa. San asintió y pidió disculpas.

¡Mi Jefe es Mi Alfa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora