Después de años viviendo en una mentira Leah Granger finalmente sabe la verdad, el mundo mágico ahora sabría el horror que traería un simple error del destino.
Desde el principio el destino decidió que esos dos reinos jamás debían unirse, pero nunca...
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❝Onyx❞
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Leah saltó desde lo alto de aquella cascada y junto su piernas con su pecho en posición fetal mientras caía, cerró sus ojos y contuvo el aire.
Al caer en el agua sintió como el frío la recorría por unos segundos antes de nadar para salir a la superficie y tomar el aire, todo estaba tan cálido ahí, como si no fuese diciembre.
–¿Nadie te dijo que es malo salir sola?–Cuestionó alguien cerca de la orilla.
Ella se volteó y sonrió al ver como el rey Draco esperaba por ella en una roca cerca de la orilla, nadó hasta ahí rápidamente y salió abrazándose a si misma para adaptarse a la temperatura.
–Scorpius estaba dormido y no quise despertarlo–Explicó cubriéndose con una toalla–Y tenía muchas ganas de nadar–
–Hay una piscina interior en el castillo–Recordó el mayor sin dejar de sonreír.
–No es igual, nada como lanzarse casi 7 metros de una cascada ¿Cierto?–Ella tomó asiento al lado del rubio–En Storm's End hay una cascada el doble de grande cerca del castillo, Domi, Lily y yo nos escapamos y vamos a nadar ahí en vacaciones–Contó.
–Me imagino que no en invierno–La rubia negó rápidamente–Aquí el invierno nunca es tan frío y congelado como en otros lugares, el invierno no siempre es bueno para un dragón–
La menor asintió de acuerdo con esto, sonrió en el momento en que una brisa cálida llegó a su rostro y se dio cuenta de que Draco la secaba con su varita.
–Gracias–Murmuró para luego ponerse su vestido sobre el traje de baño–Nunca creí poder nadar en invierno sin morir, el frío me deja débil por meses–
Esto pareció molestar al mayor de cierta forma, como si aquello fuera culpa de alguien más que del frío o la estación.
–Ven conmigo–Pidió quitándose su capa verde y cubriendo a la menor con ella–Te quiero mostrar algo–
–¿Más dragones? Dígame que más dragones–Pidió la ojigris con sus manos juntas en una súplica.
–Algo mejor que los dragones–Aseguró el rubio sonriendo–Y Leah–Llamó sin dejar de caminar–La próxima vez que quieras salir dime, me sentiría más tranquilo sabiendo que guardias están contigo–
