♡ Contigo ♡

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Después de haber tenido esa pequeña conversación con su hermano mayor, Rindou solo se dio cuenta de que aunque le doliera esa sería la mejor decisión que podía tomar, al ver que Nozomi era dada de alta no dudo en presentar su renuncia de Bonten y empezar una vida tranquila y a lado de su familia.

- ¿Por que nos vamos de casa?, ¿Discutiste con los tíos?, ¿Es mi culpa? - Cuestionaba la menor mientras el camino a su nuevo hogar la separaba de todos los demás.

Rindou solo suspiro y no aparto la mirada del camino frente a él - Nada de esto es por tu culpa o por ellos, esto lo decidí solo - Respondió tratando de calmar la inquietud de su hija

Para la menor esa simple respuesta solo dio mas preguntas, hace unos días estaba inconsciente recordando el infierno de hogar que tenía a lado de su madre, después despertó y vivió los idas más felices a lado de los ejecutivos de Bonten para después quedarse con un futuro que su padre ya había decidido.

- No te creo, si no fuera por algo así no tendríamos por que alejarnos de nuestra familia - Recrimino la menor mientras perdía su vista en el paisaje.

El Haitani sabía que la terquedad de su hija era el Karma de tantas veces que él había hecho lo mismo con su hermano, mirando el temblor de sus manos y su mente siendo invadida por recuerdos de su relación con Remi y como hasta el futuro que perdió por sus caprichos no dudo en detener el auto.

- Pásate al asiento trasero yo manejo a partir de ahora - Menciono el chico pelirrosa, el único ejecutivo de Bonten que no había estado de acuerdo con la decisión del pelilila.

Al escuchar la voz del ojiverde solo se dedico a obedecer y tratar de calmarse, al ver que Rindou ya estaba sentado y serio Sanzu siguió con el camino mientras los veía por el retrovisor.

- Sabes, en mi vida he tenido muchos errores, fui a prisión dos veces, vi morir a mis amigos frente a mi una y otra vez, mis compañeros de las pandillas no fueron la excepción, pero cuando tuve mi tiempo con tu madre, tuve la oportunidad de renunciar a todo y tener una vida normal - Con un ligero temblor y algo de inquietud el Haitani siguió hablando - Pero al ver a Ran, Koko, Mikey subiendo a otro nivel yo también lo quise hacer así que la deje - Mirando fijamente a su hija y recordando el tiempo que no la tuvo con él no dudo en sollozar internamente - Ya casi te pierdo dos veces y no quiero que vuelva a existir esa posibilidad, así que ahora renunciare a todo lo demás solo si así estas a salvo de todo el peligro que trae consigo mi vida - Termino de hablar mientras abrazaba fuertemente a su hija.

- Lo siento, no sabía que luchabas tú solo papá - Menciono Nozomi aferrándose a Rindou notado como su padre ciertamente luchaba solo.

Besando el cabello de su hija y dibujando una sonrisa para mejorar el ambiente el Haitani la miro - Idiota, los niños no deben preocuparse por los problemas de los adultos -

Por su parte Sanzu solo suspiro mirando la conmovedora escena entre padre e hija, sin duda la relación que siempre anhelo y solo pudo dar un ligero suspiro - Idiotas.. - susurro mientras seguía avanzando en el camino.

Con el paso del tiempo lograron llegar a gran casa en medio de poblado muy lejano a las ciudades grandes, una propiedad exclusiva y de retiro que la organización estaba destinado para ellos a un futuro lejano, al llegar Rindou bajo con la menor en sus brazos y la recostó en su gran habitación, para después regresar y hablar con el pelirrosa.

- ¿Aún no te vas? - Cuestiono sarcásticamente al ver que Sanzu revisaba la casa-

Con algo de un mal genio mesclado con tristeza Sanzu lo miro - Enserio renunciaste, sabes que ella estaba mas que protegida ahí, no veo la necesidad de este cambio - Menciono tratando de ver la verdadera razón del Haitani.

- Es cierto, pero ella esta creciendo y quiero verla feliz, que entre a una escuela, haga amigos, conozca el amor y quien sabe sobresalga tanto que sea tan exitosa, quiero que vuele lejos tan lejos como la pueda apoyar - Respondió mientras sostenía un pequeño peluche, aquel que la acompaño en su primer día con el pelilla.

Sanzu solo suspiro, realmente comprendía los deseos del Haitani, pero aun así no quería perder a un gran socio, un amigo - Espero que cumplas, no quiero verte de regreso allá ocúpate de tu familia - Menciono mientras se disponía a salir.

- No dudes en visitar, ella le gusta mucho pasar tiempo contigo, de alguna forma eres bueno con los niños - Burlo Rindou algo nervioso por la despedida.

- Olvidas que crie a mi hermana, es natural... - Desviando la mirada y con una ligera sonrisa Sanzu continuo su camino - Cuídense Haitani -

- No mueras drogo loco -

Con ese adiós de amigos se inicio el nuevo comienzo para Rindou y Nozomi, el Haitani se ocupo en un despacho de música, no era su pasión pero iba ligado al sueño que jamás logro realizar por estar dentro de las pandillas.

Por su parte Nozomi creció y fue a las mejores escuelas, hizo amigos y sobresalió tal cual Rindou la deseaba ver, al inicio fue difícil adaptarse a esos ligares después de siempre tener a Koko como maestro o extrañar la presencia de los demás pero juntos lo lograron.

A pesar de que todos sabían donde verlos ningún miembro de Bonten fue a visitarlos, a excepción de Sanzu, casi dos veces al mes iba de vista y le llevaba regalos a la menor, después de todo ella era su reina, la pequeña que debía cuidar, por su parte Ran, Koko y Kakucho mandaban cartas, Mikey, Hanma y Takeomi los veían una vez al año y era en lugares privados de Bonten pero cambiando la ubicación con cada visita.

Aun así no estuvieron libres de molestias de viejos socios de Rindou pero no eran la gran cosa, tanto Ran como Sanzu y Mikey se ocuparon de la seguridad de ellos, tal vez no estaban en Bonten pero seguían gozando de su seguridad y privilegios.

El tiempo paso y juntos cumplieron sus sueños y siguieron como la familia que siempre soñaron cuando estaban solos y en los momentos mas bajos de su vida.

- Hoy vendrá el tío Sanzu verdad - Mencionaba la chica muy emocionada mientras se acercaba a su padre

Rindou solo bufo molesto pro esa actitud - Oye ni cuando llego a casa te emocionas así - Dijo algo dolido por no ser tan querido y adorado por su hija

- Papá, a ti te veo todos los días, además le quiero decir que estoy feliz por estar a un mes de entrar a la mejor universidad -

El Haitani cambio rápidamente el semblante, ciertamente el tiempo ya había pasado, ahora su pequeña era una joven de 17 años - Seguro te felicitara como siempre - Comento orgulloso de poder seguir a lado de su pequeña.

Las horas pasaron y Sanzu seguía sin llegar, la joven se había quedado dormida mientras que Rindou esperaba preocupado, el pelirrosa jamás llegaba tarde y menos llegaría a faltar en una visita hacia su hija.

Mientras miraba por la ventana solo vio la silueta de un hombre caer frente a su casa, alarmado y preocupado salió bajo la lluvia y se acerco con rapidez al notar que se trataba del pelirrosa, al estar cerca noto como el cuerpo del pelirrosa estaba herido y su teléfono con mensajes y llamadas de los demás integrantes.

Mientras cargaba el cuerpo de Sanzu noto como su teléfono sonaba con el nombre de su hermano, sin pensarlo respondió rápidamente, pero solo logro escuchar como había demasiados estruendos de balas y la voz lejana de su hermano diciendo lentamente "Lamento jamás haberte visitado, pero me alegro de tus logros y los de La pequeña, lamento no poder despedirme" al finalizar de escuchar eso el Haitani se quedo perplejo, la comunicación se había cortado y no tenia idea de lo que había sucedido, estaba acorralado ente las dudas.

Tenia a Sanzu herido, la preocupación hacia su hermano y compañeros y la inquietud de lo que debía hacer.

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