daddy the grandmaster [l.s]

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Quizás, y solo quizás, este pueda ser su último día en la tierra, ¿el motivo? Se quedó dormido nuevamente, pasó la noche estudiando para otras materias, tratando de adelantar trabajos con los que se encontraba algo atrasado, leyendo un poco para intentar comprender, viendo pequeños fragmentos de películas en otros idiomas para agudizar la audición y ver si su compresión estaba bien o solo seguía sin entender una palabra de lo que estaba escuchando, efectivamente la segunda opción es la correcta, aún no logra entender prácticamente nada. Si bien su pronunciación está mejorando, su conocimiento y aprendizaje no lo hace tanto, le resulta muy difícil todo esto y cree que fue una idea algo tonta haberse metido en esta carrera.

Siempre quiso aprender más idiomas y viajar por el mundo teniendo ya un conocimiento previo, para no tener que quedar como un idiota tratando de buscar ayuda y pronunciando palabras mal. Tiene la suerte de tener profesores buenos y muy pacientes, aunque no es el caso de todos.

No hizo tiempo a desayunar, pensó en prepararse una taza de café y beberla en el camino, pero no estaba contando con el tiempo suficiente. Se vistió con el estúpido uniforme, porque claro su universidad cuenta con un maldito uniforme, para su opinión es estúpido. La camisa blanca está algo arrugada y cree haberse puesto la que debería haber puesto para lavar, ya no hay tiempo de volver a casa para cambiarse. El pantalón está limpio pero algo arrugado y el saco para su suerte se encuentra en perfecto estado. Solo olvido la corbata sobre la silla de la cocina, estúpido.

Para su suerte logra conseguir un taxi que en menos de diez minutos lo está dejando en la puerta de la universidad, el sitio es enorme, es una suerte que no se pierda al entrar. Tiene que pagar por el taxi y salir corriendo para dejar de perder tiempo valioso, en el camino reza mentalmente para que su profesor tenga consideración para con él y no lo mande al diablo, el hombre no parece ser una persona muy paciente y tiene una mirada que en verdad le genera pánico, no desea hacerlo enfadar por ningún motivo. 

Es un poco tonto el hecho de que le tenga cierto miedo a un profesor de universidad, pero en verdad el Señor Tomlinson tiene una mirada aterradora cuando tiene que reclamarle por algo, el hombre podría reprobarlo y arruinar su salud mental junto con su idea de recibirse en un año en específico.

Llena sus pulmones de aire al encontrarse parado frente a la puerta de madera, la cual ha sido testigo de sus tantas plegarias y lamentos. Le sudan las manos por los nervios, pero tan pronto se da cuenta de que sigue perdiendo tiempo se adentra en la clase, no tiene valor suficiente para levantar la mirada, así que saluda con un simple "buen día" y camina rápido hasta su asiento.

Lo escucha carraspear así que tiene que levantar la vista en dirección al hombre frente a él, se encuentra demasiado serio y posiblemente molesto.

Si el hombre le impusiera un castigo ahora mismo, no tendría ningún derecho de oponerse o quejarse, no cuando llegó cuarenta minutos tarde, quizás más, pero no podría negarse cuando el hombre fue muy específico respecto al horario en el que debía asistir a clases, fueron demasiadas las ocasiones donde tuvo que repetirle con demasiada tranquilidad que no le permitirá seguir llegando tarde.

Y ahí está, llegando tarde de nuevo.

—Pueden retirarse —habla el hombre sin quitarle la vista de encima—, les daré las próximas horas libres para que puedan terminar su lectura y utilizar el tiempo en lo que crean necesario.

Traga grueso al encontrarse solo con él nuevamente, no es novedad que lo pone muy nervioso, más cuando no le quita los ojos de encima mientras se acerca con pasos lentos hasta él. 

—No es apropósito, lo juro —se apresura a decir antes de que el hombre lo juzgue, no quiere que piense que lo hace solo para fastidiarlo.

—Soy consciente de eso, estoy al tanto de sus llegadas tarde en el resto de las materias —confiesa, por un lado lo deja tranquilo porque al menos sabe que no es algo que hace intencionalmente solo para molestarlo a él en específico, pero por el otro lado, se siente realmente mal por dar una pésima imagen de alguien poco responsable.

—Sí, es que yo..

—Me gustaría que me acompañe a mi oficina, para que podamos discutir mejor esto.

Lo ve alejarse, tomar sus pertenencias y caminar hasta la puerta, no es hasta que vuelve a hablar que Harry se da cuenta de que no se ha movido de su asiento, se apresura a tomar su mochila y caminar detrás del hombre.

Si llegar tarde significa tener que caminar detrás de esta espalda, entonces está dispuesto a continuar llegando tarde todas las clases en adelante. 

Suben las escaleras hasta donde se encuentran las oficinas de los profesores y caminan por un largo pasillo, giran hacia la izquierda y se detienen en la última oficina del lugar, aquella que tiene el apellido Tomlinson escrito con una hermosa caligrafía y color negro. 

El ojiazul abre la puerta, invitándolo a pasar para luego indicarle que tome asiento en la silla frente al escritorio, tiene que concentrarse en no moverse demasiado debido a que es una silla que cuenta con rueditas y el ama este tipo de sillas, son muy divertidas para pasar el tiempo.

—Entonces…—empieza a hablar a la vez que toma asiento—necesito saber si tienes algún tipo de problema que esté interfiriendo con tu sueño o aprendizaje.

—No realmente, es solo que me quedo dormido.

—Puedes confiar en mí para contarme lo que sea por lo que estés pasando, mi deber como profesor es asegurarme de que mis alumnos se encuentren bien para yo poder dar mi materia de la forma adecuada.

Louis, realmente no tenía idea de las cosas que estaba diciendo, pero era lo suficientemente conveniente para que el rizado lo crea y hable con él.

—No es nada interesante o grave, sólo las preocupaciones que supongo todos tenemos.

—¿Cuáles son esas preocupaciones?

—Ya sabe, pagar el alquiler, comprar comida, estudiar, trabajar, aunque solo lo hago los fines de semana.

—¿Vives solo? —indaga con un gran interés, pero siempre manteniendo la conversación lo más profesional posible.

—Sí, estoy viviendo no muy lejos de aquí.

—¿No tienes pareja? Puedes decirme si tienes inconvenientes con tu pareja, es entendible si eso te mantiene preocupado y no puedes dormir por las noches.

—No tengo pareja, no debe preocuparse porque eso me quite mi tiempo, de verdad solo duermo mucho tiempo, eso es todo. No tengo grandes problemas.

—Está bien, entonces necesitamos que organices mejor tus horarios de descanso para poder llegar a horario.

—Le prometo que hago todo lo que puedo, es difícil despertarme en la mañana.

El llamado a la puerta interrumpió lo que sea que el hombre estaba por decir, tuvo que pedirle disculpas y despedirse, no sin antes recordarle que debe dormir mejor para evitar tantas llegadas tardes y continuar perdiendo gran parte de las clases.

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Hizo su mejor intento, en verdad lo hizo. Se acostó mucho más temprano de lo que solía hacerlo, bebió muchos vasos de agua antes de irse a dormir, colocó muchos despertadores alrededor de la habitación, pero nada de eso funcionó realmente. Él solo sigue durmiendo o a veces se levanta para apagar los despertadores y continuar durmiendo. No puede evitarlo.

Al menos la clase pasada no llegó tan tarde, solo quince minutos y su profesor no le reclamó nada en toda la clase, hasta le regaló una sonrisa cuando pronunció toda una oración en un francés perfecto. 

En cambio hoy es diferente, su cabeza decidió jugarle una muy mala pasada, despertó sudoroso y con mucho calor, más la humedad en su ropa interior ocasionada por un sueño húmedo con cierta persona. No sabe de dónde vino eso, pero espera no sea un gran problema en su vida, porque de verdad se siente muy avergonzado y no está seguro de poder ver al hombre a la cara sin recordar su sueño. 

Quiere que la tierra se lo trague y lo escupa a cuando aún estaba su antiguo profesor, aquel que hacía chistes malos y no le molestaba sus llegadas tarde.

Claro la vida no siempre te da lo que pides, tuvo que darse una ducha rápida y alistarse para la universidad, su madre lo llamó para decirle que pronto iría a visitarlo para saber cómo le está yendo en su vida como adulto responsable. Si tan solo ella supiera que apenas si come y duerme más de diez horas diarias.