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Pasa varios minutos en la enfermería antes de que alguien llegue y se vea obligado a marcharse y buscar un nuevo lugar donde sentirse miserable con su propia existencia.

Niall quizás sea el amigo más sincero que tuvo en toda la vida, siempre trata de aconsejarle lo mejor que puede y también se preocupa mucho por él. Es decir, bueno solo es el enfermero de la universidad, no es como si debiera preocuparse por él realmente, pero lo hace y hasta llama cuando Harry se ausenta a clases. 

Quizás debería comenzar a tenerlo en cuenta como un verdadero amigo después de todo, el chico siempre pregunta y es amigable, o tal vez solo sea parte de su personalidad. Como sea.

Tan pronto la hora pasa, demasiado lento a su parecer, está de regreso a la clase. Le tiemblan las manos por los nervios y está seguro de que su vista comienza a nublarse. Hace un gran esfuerzo por caminar hasta la clase, procurando mantenerse en pie y no desmayarse a medio camino por los nervios. Se le estruja el estómago de sólo imaginar el rostro de decepción de su profesor.

La puerta se encuentra cerrada, hay varias personas afuera esperando, demasiado nerviosas como para siquiera entrar y averiguar sobre el resultado de sus exámenes. 

Observa a todos sus compañeros y aunque debería sentirme mejor ante el hecho de no ser el único nervioso, no lo hace, se siente peor porque si sus compañeros, los que hablan francés perfecto y tienen excelentes notas, se encuentran así de nerviosos entonces eso quiere decir que él está muerto y ahora debe pensar en buscar otra carrera o mejor, un trabajo.

Deja de morderse las uñas cuando la puerta se abre, ni siquiera se había dado cuenta de que las estaba mordiendo en primer lugar. Tomlinson aparece, observando a todos con una expresión que no logra descifrar pero está seguro de que es algo malo.

—¿Piensan quedarse aquí parados todo el día? —cuestiona el hombre. Todos en el lugar niegan y se apresuran a entrar en el lugar—. Perfecto.

Da un último vistazo hacia el muchacho de rizos y ojos tristes antes de entrar a la clase y caminar hasta su escritorio.

Tiene que armarse de valor y respirar profundo, pellizcando la piel de su brazo derecho antes de entrar junto a los demás y tomar asiento en su lugar. No se molesta en levantar la cabeza cuando el examen se posa sobre su mesa, su profesor solo entrega todos los trabajos y camina de regreso a su lugar.

Puede escuchar varios lamentos y otros festejos, está seguro de que pertenece al primer grupo. Se niega a ver su hoja, no quiere verlo.

—Debo admitir que me encuentro sorprendido —escucha la voz del hombre—, esperaba mucho más de ustedes, su desempeño es bajo y me aseguraré de ser más estricto a partir de ahora en adelante —las palabras llegan como dagas, directamente hasta su pecho, duelen—. Sin embargo, quiero que sepan que pueden venir conmigo para lo que sea, mi trabajo es asegurarme de que cada uno de ustedes aprenda y de no ser así, entonces significa que les estoy fallando.

Harry deja de escuchar cuando levanta la vista y toma el examen en sus manos, es mucho peor de lo que imaginaba, lo revisa varias veces. Solo acertó en tres puntos. 

¿No es gracioso? A veces pasas horas, días, semanas enteras estudiando sin parar,  esforzándote tanto y simplemente ¿para qué? Esperaba quizás haber aprobado en la mayoría de los puntos que sí hizo, pero no es así. 

Quizás su padre no estaba muy alejado de la realidad cuando le dijo que era un inservible que nunca llegaría a nada. Al parecer es lo que es, porque ni siquiera pudo aprobar sus exámenes y en la mañana recibió un mensaje de su jefe diciéndole que no se molestara en regresar el fin de semana. 

¿Cómo se supone que le dirá a su madre que al final abandonará la universidad? Ella estaría tan decepcionada.

Su profesor continuó hablando durante la próxima hora, no estaba seguro de lo que decía pero no importaba mucho porque ya estaba jodido y no había forma de resolver eso. Sólo podía pensar en lo que haría ahora, buscar un trabajo, mudarse a un sitio menos costoso, reunir el valor para contarle a su madre y soportar tener que ver la decepción en sus ojos. 

daddy the grandmaster [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora