Max Evans

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||Max||

Tenía 4 años de mi vida guardada en una maleta, todo estaba listo

Dejaría a Karl con los muebles, electrodomésticos, joyas que me regaló, etc, no quería nada de el

Me quite el anillo de compromiso que me dió Karl y lo dejé en la mesa, es la primera que se ve cuando entras

Estaba por casarme en menos de dos meses, Karl me lo propuso hace tres meses y acepté, todos estaban emocionados y lo admito, Karl era el más emocionado por eso

Solo deje una notita con el anillo que decía:

«No me busques Karl, pudrete maldito infiel»

Atte:la cornuda


Dejé mis maletas en la puerta de entrada y volví a subir a revisar que todo esté bien

Y todo estaba bien, pero bien vacío

Aún podía recordar todo lo que paso en estás paredes, cuando llegué me mudé con Karl y te puedo asegurar que fueron los mejores 3 años de mi vida

Salí del departamento con las maletas y las dejé a un lado, después de todo había seguridad por todos lados

Toqué el timbre de la señora Elizabeth y espere que abriera

—Hija —sonrio mientras sacaba un álbum de fotos

—Señora Eli...

—Quise hacerte un regalo, ya sabes, para que no me olvides

—Seria imposible olvidarme de la mejor mamá que pude llegar a tener

Ella solo sonrió, con algunas lágrimas en su rostro me entregó un álbum, teníamos muchos recuerdos guardados ahí

—¿Recuerdas eso?

—Fue mi primera navidad aquí, cuando la señora del piso de arriba me tiró a su hijo encima y cuando vio a Karl se asusto. —Solo reí al recordar, una navidad muy divertida...

—Doña Carmen se enteró 2 meses después de que vivías con Karl y que eran pareja

—Pobre Leo, ya estaba dándolo todo y Karl llega y que me planta un beso

—Esta será mi favorita —Sonrio apuntando una foto donde estabamos Karl y yo dándonos un beso pero el vestido de Santa

La navidad del 2021, Karl llegó disfrazó de Santa claus y los chicos vinieron a dejar regalos a niños del edificio, hasta hoy lo conocen como Santa Claus y me preguntan que haremos este año, aún me apena dejar a esos niños sin su sorpresa navideña

—Nunca olvidaré esa navidad...

—Yo tampoco, fui muy mágica

Solo solté una sonrisa triste y ella cerró el álbum

—Te lo hice para tí, hay fotos de los niños en navidad, las vecinas, de nosotras y algunas de Karl...pero era porque en todas aparece el infeliz ese

—No se preocupe doña Eli, es muy lindo que lo haya echo para mí

—No pensé que te lo daría porque te mudarias, pensé que lo verías cuando ya haya estirado la pata

—Ay doña Eli, como va a decir eso, si a usted le quedan un buen en añitos más

—Eso espero hija

Solo la pude abrazar y quedarme ahí por unos segundos

—Voy a venir a visitarla muy seguido

—Eso espero Max, por cierto cuando te gradués no dudes en venir aquí, que yo te esperó con tus tacos a lo mexicano como tanto gusta

—Eso haré —Solo la solté mientras pedía que ese abrazo se volviera a repetir—. Le dedicaré mi título a usted doña Eli

—Eso espero —Dijo riéndo —, ¿Quieres que te ayude a bajar tus maletas?

—No hace falta, son muy pocas y puedo yo sola

—Entonces aquí acaba todo, espero que te vaya muy bien en Argentina Max, se que tienes familia ahí

—Si, me esta esperando Iván, mi hermano

—Espero que te diviertas en esta nueva aventura

—Y yo espero que se animé a subir a un bote

—Ay mija, tambien tu deseo más complicado

—Hay que superar los miedos —dije con una sonrisa cerrada

—Te mandó foto cuando lo haga

Volví a darle un abrazo, el último del día y agarré mis maletas

—Nos vemos muy pronto señora Elizabeth

—Lo mismo digo Max Evans

Caminé hacía el elevador y lo pedí, a los segundos ya estaba ahí, solo sacudí mi mano con una sonrisa y doña Eli lo repitió

Extrañaría tanto estar aquí con ella, con los niños del edificio, con con los vecinos y más que todo con Karl

Talvez me haya engañado y talvez aún lo amé pero jamás lo odiaria, si me duele el echo de que me haya mentido y haya estado con alguien más que yo  pero ¿odiarlo?, Nunca.

Cuando salí del elevador ví al portero

—Buenas tardes señorita Evans, déjeme la ayudo

—Gracias —dije mientras tomaba dos maletas y me dejaba con una

—¿Nos vamos de viaje?

—Si, me voy con unos amigos

—¿El joven Karl tambien viene?

—Esta vez no, pero va a venir al depa, le puedes entregar las llaves porfa, te imaginas que las pierdo en el viaje

—Tiene mucha razón, a mi ya me pasó

Mientras guardaba las llaves en un cajón tomó el teléfono

—¿Le pido un Uber?

—Si, porfavor

Mientras esperábamos que llegará nos pusimos a conversar y en poco tiempo llego

Me ayudó a subir mis maletas y se despidió de la mano

—La esperamos sana y salva cuando vuelva

Solo sonreí y me despedí agitando la mano

—Que le vaya bien

Después de 17 horas de vuelo llegamos, llegué a Argentina después de mudarme por última vez hace 4 años

Todo era tan bonito y chiquito desde arriba que podría jurar que el obelisco estaba echo para una maqueta

Se sentía tan raro ver cómo hace unos años me iba de argentina para conocer a el famoso Karl Jacobs y ahora volvía para evitar hablar con el y verlo por las calles

Agarré mi teléfono y le mandé una foto un poco borrosa a Iván, que se podía entender que ya había llegado

Más que suficiente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora