•1

3.7K 318 305
                                    

Definitivamente las cosas se le salieron de las manos en el momento exacto donde puso a prueba la típica pregunta de "Bueno, ¿por qué no?"

Imaginó que retar a un duelo al usuario de habilidad que recién habían encontrado iba a ser pan comido, pero Ranpo no contaba con que fuera un mocoso travieso y sin control que tomaba todo como una ofensa hacia su persona.

Entonces usó su poder sobre él y el resto de sus compañeros, dejándolo inconsciente y en medio de la nada junto con alguien más.

Las reglas eran simples: primero, respetar los límites del juego; segundo, no buscar la salida rápida y tomar el camino que se indicaba o habrían consecuencias; y por último, la confianza era la llave.

Sintió que algo húmedo estaba en su rostro, al principio pensó que sería imaginación suya junto con todo lo demás, pero al abrir los ojos lentamente acostumbrándose a la tenue iluminación del campo abierto, pudo darse cuenta de que se trataba de Karl.

- Ayyy... mi cabeza- se quejó por lo bajo, volviendo a cerrar los ojos por el destello cegador que le daba en toda la cara - Algún día haré algo maravilloso para apagar el sol y dormir tanto como yo quiera

- ¿R-Ranpo-kun?- escuchó a sus espaldas - ¿Se e-encuentra bien?

- Ahh, Poe-kun, es bueno verte otra vez- le saludó con alegría, levantándose y sacudiendo el polvo de su ropa - ¿Tienes idea de dónde estamos?

- Parece s-ser un laberinto de trigo, aunque m-más adelante se convierte en únicamente girasoles y flores aleatoriamente colocadas- explicó acercándose con más confianza - ¿A usted q-qué le pasó?

- Digamos que hice enojar a un chamaco impertinente con un carácter del perro- respondió, rebuscando sus lentes entre los bolsillos de su chaleco - Oye, esto es raro, se supone que debí llegar aquí junto con ellos

- ¿E-Eh? ¿Qué c-cosa?

- Mis lentes, no puedo usar Ultradeducción si no los tengo puestos... ven, ayúdame a buscarlos

- C-Claro

Efectivamente todo el entorno estaba compuesto por montones y montones de trigo, como una parcela cubierta por un manto amarillento y con caminos terrosos que muchas veces se desvanecían con una simple ráfaga de viento.

Lo veía como algo curioso, era un mundo o una realidad nueva para probar, lleno de cosas para averiguar y de las cuales poder quejarse después. Sin embargo, por más que quisiera caminar hacia adelante, sentía que sólo iba en retroceso.

No entendía la lógica detrás de un laberinto de trigo, fácilmente podría atravesar todo por la mitad y deducir cuál era el último punto para poder salir, pero no se pudo. Apenas querer hacer las cosas a su manera, las mismas plantas de trigo lo empujaron y lanzaron un par de metros hacia atrás.

Poe corrió a ayudarlo, pero no sirvió de mucho ya que también lo empujaron a él a los pocos minutos.

- Okey, esto ya me empieza a interesar- murmuró para sí mismo, tomando a Karl prestado para un pequeño experimento - Bien, solamente tienes que cruzar por aquí ¿entendido?

El animalito hizo un sonido en específico que sabía reconocer como afirmativo, así que le dio un leve empujón para que atravesara las líneas de trigo y pasara del otro lado. Esta vez funcionó sin ningún problema, pero intentó únicamente pasar su mano y una barrera demasiado densa se lo impidió.

- No podemos cruzar, habrá que buscar la manera correcta de avanzar- mencionó en voz alta - Poe-kun, ¿hacia dónd...? ¿Poe-kun?

Karl subió hasta el hombro del detective para ayudarlo en cuanto vio que comenzaba a caminar sin rumbo fijo, se le veía asustado y nervioso con cada paso que daba. Era normal después de todo, perderse en un lugar así podría significar nunca más volver a encontrar el camino seguro.

Nosotros contra el mundo // RanpoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora