Neon Genesis Evangelion: I Must (Not) Run

Episodio 4: EL DILEMA DEL ERIZO

Advertencia: Desnudos ocasionales, lenguaje fuerte y obsceno, violencia. No recomendado para niños menores de 13 años.

Tres días atrás...

El EVA 01 fue colocado, gracias a los helicópteros que lo sostenían, en su jaula de baquelita de vuelta en NERV. La cápsula salió eyectada y tanto Toji cómo Kensuke salieron rápidamente se ese lugar, sólo para ser detenidos por el personal de seguridad de NERV. Shinji bajó las escaleras lentamente y se agarró el estómago para aliviar el dolor que había provocado la regurgitación del vómito. Una serie de enfermeras llegó corriendo con una camilla mientras una comenzaba a revisar a Shinji, que ahora se agarraba el pecho ante la sensación de palpitaciones fuertes en su corazón, la vista se le hizo nublada.

—¡El pulso está muy lento, está frío y suda mucho, creo que va a sufrir un infarto!

—Estoy... bien...— dijo él antes de caerse en el suelo, su boca se abrió y los músculos de su rostro empezaron a temblar.

—¡Administrando morfina 4 gramos!— gritó otra enfermera mientras lo acostaban en la camilla y le puncionaban. Una persona que el supuso era el médico le conectó al pecho unos cables y miró los resultados en un papel que salía de una máquina de electrocardiograma.

—No hay datos de infarto, es su mente la que genera el problema— Dijo él doctor abriendo la boca del muchacho y pasando una pastilla con agua. Una mascarilla de oxígeno ocupó su nariz después.— ¡Shinji quédate con nosotros, lo que sientes no es real!

La sensación de muerte inminente terminó para Shinji, se estabilizó y unos minutos después ya podía hablar y moverse por si mismo.

—Eso estuvo cerca— dijo para él mismo mientras se masajeaba el pecho. A la habitación dónde se encontraba entró Maya Ibuki, la informática de confianza de la doctora Akagi.

—Hola Shinji. Es bueno ver qué respondiste rápido a la profilaxis. Lamentablemente tengo órdenes de Misato para ti, quiere verte en los vestidores del puente principal justo en este momento... La dra Akagi me dijo que bebieras esto, es un medicamento... para que no vuelvas a tener otro "episodio"— Dijo ella mientras le proporcionaba un vaso con un popote, escrito en la base tenía escrito los nombres de dos medicamentos que Shinji no conocía, pero que se escuchaban fuertes.

El niño se incorporó, aún llevaba puesto el plug-suit, tomó el envase y se fue sin decir una sola palabra. Al llegar al lugar encontró la ropa que llevaba antes de cambiarse, se la puso y con una toalla se secó el sudor mientras bebía el brebaje. Para su sorpresa no sabía mal, se sentó en una banca para esperar a Misato.

La puerta de metal se abrió con un chirrido dejando ver la esbelta silueta de la joven Katsuragi, quién entró cruzada de brazos al cuarto, con una mirada molesta y fría. Ni siquiera se molestó en saludar a su tutorado.

—¿Porqué desobedeciste mi orden?— Shinji hizo una mueca ante la pregunta.

—No lo sé...

—¿Qué crees que hubiera ocurrido si no lo matabas?— volvió a atacar Misato

—Pues es obvio, hubiera muerto...— Contestó él, sin hacer contacto visual, dándole un sorbo a su medicamento.

—Así es, pero por algo estoy como tu jefa de operaciones... J-E-F-A. Significa que obedeces mis indicaciones ¿entendiste?— respondió ella, señalandolo repetidas veces.

—Está bien... Lo siento señorita...— Shinji no podía sonar más desinteresado.

—¡Deja de repetir lo mismo niño! ¡Solo decir "lo siento" como una repetidora no es suficiente!— Misato respondió furiosa, agarrándole del cuello de la camiseta. El vaso con clopidogrel de Shinji cayó al suelo. Por primera vez en el día, Shinji volvió la vista a Misato y frunció el ceño.