Neon Genesis Evangelion: I Must (Not) Run

Episodio 5: REI

Advertencia: Desnudos ocasionales, lenguaje fuerte y obsceno, violencia. No recomendado para niños menores de 13 años.

4 días después del ataque del cuarto Ángel

Shinji miró por la ventana del consultorio al que acababa de ingresar, se podía ver a lo lejos el cuartel general de NERV. Estaba un poco confundido ya que, según él, las instalaciones hospitalarias estaban dentro del cuartel. Un hombre anciano entro al cuarto y se sentó frente a él, llevaba gafas y una bata blanca bien planchada, un expediente clínico en sus manos indicaba su profesión.

—Bien... es un gusto conocerte al fin Shinji Ikari. Confieso que es para mí una sorpresa ver al hijo del comandante de NERV en el edificio de investigación psiquiátrica— dijo el médico dándole un apretón de manos al joven.

—El gusto es mío... tengo que confesar que también estoy confundido... quiero decir, la primera vez que estuve internado en el hospital del cuartel no me sorprendí. Es lógico que una empresa que hace todo este tipo de actividades tenga muchos empleados lesionados... pero, ¿porqué tener un edificio psiquiátrico?— Shinji dejó salir sus interrogantes, esperando una explicación.

—Es más importante de lo que crees. El trabajar para NERV tiene consecuencias mentales fuertes. La mayoría de los empleados sufre de mucho estrés  y ansiedad... Si tan solo vieras los expedientes me darías la razón.... pero bueno, a lo que estamos aquí. ¿En qué te puedo ayudar?

—Doctor, yo no sé que estoy haciendo aquí... vine obligado— dijo el niño un poco fastidiado

El doctor Kagawa lo miró detenidamente y luego sacó un papel de la carpeta que traía consigo.

—Si, tienes razón. Esta solicitud es de parte de tu tutora, la capitana Katsuragi. Aquí dice que ella está preocupada por tu "desarrollo social y emocional tanto en el ámbito escolar como el laboral"— dijo el médico leyendo parte de la carta— ¿Porqué crees que ella te mandó entonces?

—Ella siempre dice que soy demasiado serio para mi edad. Y que nunca sonrío... Y también de que me comporto más como un adulto ermitaño que como niño de secundaria. Entiendo que quiere ayudarme pero yo puedo con mis asuntos solo.

—¿Cuál es tu edad?

—Tengo 14 años

—¿Qué opina tu madre de que estés trabajando en NERV? ¿Sabe de qué trata el trabajo?

—Mi madre está muerta— respondió Shinji de manera seca.

Hubo un silencio incómodo en la sala. De acuerdo a lo que Shinji sabía, su mamá había trabajado en NERV, el médico debería haber sabido eso también. ¿Porqué hacerle una pregunta tan personal?

—Ya veo. ¿Has estado durmiendo bien? ¿Cuántas horas?

—Supongo que sí, unas 5 horas por día. Aunque ahora que lo recuerdo, he tenido una serie de pesadillas los últimos días. Siento que no descanso y que me levanto con dolor en todo el cuerpo.

El sonido de la pluma anotando los datos era el único que se escuchaba en la habitación aparte de la charla entre ambos.

—Entiendo, y dime ¿tienes amigos? ¿Si es así, sientes que disfrutas la compañía cuando estás con ellos?

—Mmm si, tengo unos cuántos aquí. Y pues, es bueno a veces tener alguien con quien hablar.

—Muy bien...  Y a todo este comportamiento ¿le añades tristeza o un sentimiento de insuficiencia? Si es así, ¿desde cuándo lo sientes?

El jovencito se quedó callado por un momento, reflexionando. Pese a las buenas intenciones del médico, no podía revelarle todo su calvario familiar, su padre seguía siendo el comandante de NERV y conociéndolo bien, no tendría reparo en despedirlo... de nuevo.