Little Pregnancy

IX

Treinta y dos semanas. Ocho meses.

Su pancita había crecido un poco desde los últimos tres meses, mas no demasiado, si embargo.

El moreno de ojos grises quién era el ginecólogo que les vió con su embarazo desde el principio dijo que no era nada malo, el bebé simplemente era más pequeño de lo que debería pero no era de que preocuparse.

Niall había dicho que eso era culpa de Louis y su enanes.

Él sólo era un centímetro más alto.

Apesar de que el doctor había asegurado que el bebé no tenía ningún problema y que no era peligroso el tamaño de este porque apesar de ser pequeño no lo era en demasía así que estaba fuera de cualquier peligro.

Algunos bebés son más pequeños. Había dicho Félix, su doctor.

Gemma se burló de Louis diciendo que seguro el fue uno de esos pequeños bebés cuando le contaron lo que había dicho el ginecólogo.

Anne lo puso a comer más saludable “por que así va crecer y tener una talla más adecuada”. No le importó nada que los chicos le dijeran que el que fuera más pequeño no tenía nada de malo o peligroso.

Jay, en cambio, no lo había obligado a comer nada que no quisiera. En realidad, ella era la que estaba menos preocupada. “Tuve dos pares de gemelos que de por sí ya eran pequeños y a Louis” Eso solo provocó más risas en Niall y Gemma, Lottie también se unió a sus risas.

— Pues, yo opino que éste mameluco está muy bonito, amor —habló Louis por cuarta vez mientras sostenía la pequeña ropita de bebé.

— Ya hablamos sobre ello, Tomlinson. No le pondré un mameluco que parece uniforme de fútbol a mi bebé para que salga del hospital.

— ¿Pero sí planeas ponerle un trajesito de niña Gucci? —refunfuñó.

Harry solo le envío una mirada que le hizo callarse... Durante unos minutos.

— Hagamos un trato —propuso y el rizado alzó una ceja— Si nuestro bebé es un niño le ponemos el mameluco que yo quiera y si es niña le pones el mameluco de trajesito Gucci que Zayn te consiguió.

El rizado entrecerró los ojos.

— Mi bebé se verá hermosa con su mameluco de Gucci cuando salga del hospital —dijo.

— Nah, se va a ver cool con el uniforme. Eso seguro.

Ambos se miraron de manera competitiva.