El Vuelo Del Fénix: En Llamas - Trilogía Fénix (#2) [+18]

CAPITULO 4

Capitulo 4

Siena

Llevamos en silencio con alrededor de diez minutos, mirándonos uno con el otro, que lo único que se escucha es el silbido de el aire acondicionado. Él vuelve a sonreírme y sin más lo abrazo, lo abrazo con mucha fuerza. No sabía todo lo que extrañaba a este idiota hasta que lo tengo en mis brazos apretandolo con toda la fuerza que puedo dar. Eduardo empieza a reírse y es cuando me despego.

—Yo también te extrañaba, Siena.— dice pasandome una mano por la mejilla y luego poner un mechón rebelde detrás de mi oreja.

—¿Cuando volviste?

—Hoy por la mañana y lo primero que me encuentro son todas las novedades.

—No quiero hablar de ello, Eduardo.— digo de mala gana tomando el libro para seguir leyendolo y él me lo arrebata.

—La Última Nota... Es un buen libro. Ya me lo he leído igual que el que le sigue.— dice devolviendomelo.

—No me digas ¿Wattpad?— digo levantando la ceja con ironía y él sonríe encogiendo los hombros.—No me lo creo. Tú, un chico todo rudito leyendo en una aplicación.

—Ey, yo no soy el que tiene ahora mismo un libro de romance juvenil en sus manos.

Touché.

—Decidiste volver después de todo.— digo con el ceño fruncido y él hace un gesto con su mejilla.

—No quería...

—No importa. No importa ya.— digo volviendo con el libro para oírlo suspirar, logrando que lo vuelva a ver.

No sé si ha sido cosa mia, pero creo que se me ha acercado un poquito. Su mirada se pasea por todo mi rostro hasta detenerse en mis labios.

—No dejo dejarlos con todo esto, Siena... He vuelto porque tengo algo importante para lo de Spike.

Eso fue como un interruptor a mi ensoñación para despertarme enseguida. Me enderezco, alejándome un poco de él. Paso los dedos por la portada de el libro.

—Habla.

—Necesitamos estar todos para que lo escuchen.

—Bien ya...

—¿Él ya no forma parte de el equipillo? ¿Verdad?— dice curioso y yo aprieto el libro

—No, ya no lo hace.

—¿Cómo estás con eso?

—Eduardo te dije perfectamente que no quería hablarlo.— digo de mala gana mientras estoy poniéndome de pie y él me tiende la mano de manera divertida para hacer que lo mire extrañada.— ¿Qué?

—Ayúdame, bestia.

—Toma impulso y hazlo por ti mismo.

Pongo los ojos en blanco para después oírlo dejar escapar un suspiro. Doy un paso atrás para alejarme y él me sonríe ligeramente.

—¿Quieres que te lleve a la residencia?

—No estoy durmiendo en la residencia. Paso el día allí, pero duermo en otra parte. Y prefiero así para no encontrarme a to... A dichas personas.

—Siena en algún momento tendrás que salir de esa oscuridad donde ya haces.— dice mientras caminamos fuera del pasillo.

—Eduardo no necesito esta char...

—Ey, Siena Thomson.- dice deteniendome para poner sus manos en mis mejillas, a lo que respondo con u fruncimiento de cejas.— Aún en esa oscuridad, fija tu mirada. Nota la luz que hay dentro de ti; esa luz es más fuerte que la oscuridad donde estas sumergida.