Capitulo 10: Un Pequeño Acuerdo

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El inodoro está totalmente destrozado, cómo si lo hubieran machacado con un martillo o un palo. Miro alrededor a ver si encuentro algún objeto con el que fué dañado.

Veo un martillo cerca, pero aún me pregunto: ¿Quien hizo esto? y ¿por qué?

Me limpio la cara y los dientes y salgo del baño, doy un suspiro y pienso en lo costoso que me saldrá eso.

Voy a la habitación de al lado, dónde se supone que está Cry. Lo veo y está durmiendo muy tranquilo. Me dirijo de nuevo a la sala y me siento en el sillón junto a Luis, doy un suspiro y cierro los ojos.

—Low, ¿Que está pasando aquí?

Abro los ojos y miro a la izquierda para darme cuenta de que Luis ya despertó.

—¿Que tal? Lo siento puedes irte a tu casa —Suspiro y me inclino hacia atrás en el sillón cerrando de nuevo los ojos.

—¿Que demonios pasó ayer?

—¿Acaso no recuerdas nada? —Abro de nuevo los ojos y me inclino hacia adelante de golpe. Pongo toda mi atención en Luis.

—No. Lo último que recuerdo es que cerré el restaurante y venía de regreso a mi casa y de ahí no recuerdo más nada.

—¿Cerraste tu restaurante en la madrugada?

—¡Si! Fué un día… con mucho trabajo.

—Ya veo.

—¿Puedo usar tu baño?

—Claro, adelante.

Luis se levanta y se dirige al baño. Rubí llega y se sienta en un mueble al lado del sillón.

—Veo que tu amigo se despertó —Comenta Rubí.

—Sep.

—¿Como terminó el aquí?

—Se topó con nosotros mientras veníamos de camino y Cry lo noqueó y tuve que traerlo conmigo.

—Que casualidad que se toparan. Por cierto tu inodoro está roto.

Lo único que pasa por mi mente es que Cry hizo eso, pero aún no sé porqué hizo tal cosa.

—Creo que fué Cry.

Rubí se ríe y yo sólo volteo la mirada.

—No sé que decir, no estuve presente, estaba durmiendo. —Le comento.

—No importa… Bien ¿Ya me puedes decir que pasa aquí? —Dice Rubí.

—Espera a qué se levanté Cry y…

—¡MUY bien! que rico he dormido, y si señorita Rubí, ya le digo todo lo que pasó. —Dice Cry mientras se va acercando a la sala, se escuchaba cada uno de sus pasos.

—¿Señorita? Pero si a penas tengo veinte años. —Dice Rubí en voz baja. —De acuerdo, habla —Rubí alza la voz.

—Muy bien, es hora de que sepas que es lo que pasa en esta ciudad —Cry toma una silla y se sienta con el espaldar al frente —Resulta que yo, secuestré al chico que tienes al lado; Low.

—¡¿Por qué lo hiciste?! —Pregunta Rubí sorprendida.

—Lo secuestré porque, hay algo que está a punto de acabar con el mundo, y el fué al primero que ví que me podría ayudar. —Cry responde muy sereno.

—¿Que cosa va a acabar con el mundo?

—Un ser maligno, alimentado por el alma de los Vep's muertos, y la manera de pararlo es calmando a los Vep's para que dejen de atacar humanos.

Sangre De La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora