Ella estaba de pie frente al gimnasio de pueblo Ladera. Según ella sabía el gimnasio lo compartían Bea y Allister, cada semana era uno el que combatía a los aspirantes.
T/n no se sentía lista para combatir contra cualquiera que hubiese hoy en el gimnasio.
Le temblaban las rodillas, su corazón iba a toda velocidad y el gimnasio imponía.Pensó en echarse atras, en dejar el desafío de los gimnasios, pero pensar en lo que le diría su padre si hacia eso le aterraba.
Volvió a echar una mirada al gimnasio.
Sentia que se le echaba encima.Entonces se alejó corriendo. Cerca de allí estaba el mural del pueblo, asi que fue a ese lugar a respirar aire.
Mirando el mural hizo unos ejercicios de respiración para calmar su ansiedad. Tomó un poco de aire, lo sostuvo por unos segundos y luego lo expulsó lentamente.
Repitió esto varias veces hasta que su corazón fue más despacio.
Luego miró al cielo, era de un bonito color azul salpicado de pequeñas nubes.Sacó de su bolsillo una pokeball y sacó a su pokemon.
Un cinccino salió de esta.
—Pequeño... No sé si quiero superar este gimnasio...—le dijo la chica a su pokemon agachándose hasta estar a a su altura.
—¡Cino!
T/n acarició al pokemon, eso siempre la calmaba cuando estaba de los nervios.
—¿Debo hacerlo?—le preguntó.
—Cin—asintió el pokémon.
La chica suspiró y abrazó a su amigo.
—Lo intentaré... Gracias pequeñín.
Ella regresó caminando a paso lento al gimnasio, seguida por su pokemon.
Entró al gimnasio, allí dentro pudo ver a varias personas conversado en una esquina, estaba Bolifacio(el hombre disfrazado de pokeball) y una mujer con el uniforme de gimnasio de tipo lucha, hoy le tocaba combatir contra Bea.
—H-hola...—saludó la chica a la mujer.
—¿Vienes a retar a Bea?—le preguntó esta con una sonrisa
—Hm, si, sisisi a eso vengo.
—Perfecto, ponte el uniforme reglamentario y espera aquí, Bea está combatiendo justo ahora.
T/n asintió y fue al vestuario femenino. Allí se cambió de ropa. Tenía en su dorsal el número 3, el mismo que había tenido su padre cuando hizo en desafío de los gimnasios. Se quedó en el vestuario por unos momentos, sentada en un banco que allí había con cinccino en su regazo. Dudaba sobre si ir o no.
—¿Cincci?—dijo el pokémon
—Pequeño, estoy dudando de nuevo...
—¡Cino!
—Debo... Si, voy a hacerlo.—dijo ella no muy convencida—Si no lo hago papá se enfadará conmigo.
Entonces t/n se levantó y salió del vestuario. Su pokemon la siguió.
—¿Estás lista para afrontar la prueba de gimnasio?—le preguntó la mujer de la entrada tras un rato.
—Si... Digo, ¡Si! Estoy preparada... ¡Más que lista!
—¡Perfecto! Adelante, pasa—dijo ella apartándose de la entrada.
T/n guardó en su pokeball a cinccino y caminó casi temblando hacia allá.
Entró a un sitio muy amplio donde había dos circuitos.
—Tienes que subirte a ese aparato de allí y dar vueltas hasta llegar hasta allá abajo, combatir, bajar otra vez, combatir de nuevo y luego podrás retar a Bea—le explicó la mujer—Suerte.
Y se fue.
Nuestra protagonista se dirigió hacia el aparato y se sentó en este. Comenzó a dar vueltas y más vueltas, bajando poco a poco.
Tras varios minutos llegó a la mitad del recorrido. Ahora estaba en tierra firme, debía combatir contra una chica y luego subiese a otro aparato y seguir dando vueltas... Pero la ansiedad le pudo. El pensar que estaba siendo grabada y emitida en la televisión en tiempo real le pudo.Comenzó a hiperventilar y se hizo bolita en una esquina.
La chica con la que debía combatir se percató de esto y fue corriendo hacia ella.
—¿Estás bien?—le preguntó agachándose para estar frente a ella.
T/n negó con fuerza. Su corazón iba a mil por hora por segunda vez en ese día, estaba temblando y respiraba muy rápido.
La chica que estaba con ella llamó a la mujer de antes para que detuvieran la prueba.
La llevaron al vestuario y llamaron a sus padres.
Poco después llegó su madre en un taxi volador, le indicaron que su hija estaba en el vestuario así que ella se dirigió hacia allí.
—¡T/n! ¿Estás bien?—dijo la madre apartando a varias personas que estaban con la hija.
—Si... Ahora sí...—dijo ella entrecortadamente.
La madre le tomó una mano.
—¿Has hecho las respiraciones?—le preguntó. T/n asintió.—¿Y cinccino?—t/n sacó de su pokeball al pokémon y lo abrazó cual peluche— Bueno, cámbiate, quítate el uniforme y nos vamos a casa.
La madre sacó del vestuario a toda la gente que se había acercado a mirar.
—¡Aquí no hay nada que ver!—había dicho ella.
T/n se quitó el uniforme y se puso su ropa, tomó su bolsa y aún abrazando a su pokemon salió del gimnasio con su madre.
Tomaron un taxi volador y regresaron a su casa en ciudad Pistón.—¡¿Cómo que te ha podido la ansiedad?!—le reclamó su padre una vez estuvieron en casa—¡Lo vi todo en la televisión, que vergüenza!
—Lo siento papá...
—Cariño, ¿No crees que te estás pasando?—dijo la madre.
—¿Pasarme? Yo nunca me excedo. T/n, la semana que viene, el lunes, volverás a intentarlo.
—Pero papá...
—Nada de peros, vas a superar el desafío igual que lo hice yo en su momento.
—Si papá...—la chica tenía la mirada en el suelo.
—¿Cinccino?—dijo el pokémon
—Vamos a mi cuarto, pequeño...—dijo ella
La madre miró preocupada como su hija y el pokémon iban por el pasillo hasta que se encerró en su cuarto.
Cuando se aseguró de que t/n no los podía escuchar se acercó al padre y le dió un zape.—¿Cuántas veces te he dicho que no te comportes así?—dijo entre dientes.
—Ouch, no me golpees querida. Lo hago por su bien, debe aprender a no ser tan cobarde.
La madre rodó los ojos y se sentó en el sillón del salón.
Pasan los días y llegó el día que t/n debía enfrentar el gimnasio.
Ella en realidad no quería, pero lo hacía por su padre.
Volvía a estar frente al estadio, pero ya no temblaba.
—Bueno... Vamos a ello—murmuró dando un paso hacia dentro del edificio.
Bueno gente, varias personas me lo habéis pedido, así que aquí está, otra historia de Allister.
Las actualizaciones no serán muy rápidas, no tengo un día fijo para publicar.No olvidéis votar y comentar.
Espero que os guste.
1100 palabras
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~Sus ojos tras la máscara~ Allister x tu [pokémon espada y escudo]
FanfictionT/n está haciendo el desafío de los gimnasios. Ella realmente no quiere hacerlo pero continúa por su padre, que la presiona a ello. En su segundo intento de pasar el gimnasio de pueblo Ladera conocerá a Allister. ¿Qué pasará entre ellos? [⚠️ Advert...