~Sus ojos tras la máscara~ Allister x tu [pokémon espada y escudo]

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—¡Tonta, tonta, tonta e idiota!—dijo t/n hundiendo la cara en la almohada—Eso es lo que soy, una tonta.

—¿Cinno?—murmuró el pokémon a su lado

—¿Cuando has salido de tu pokeball?—se extraño ella—Da igual... ¿Por qué no le he dado el applin? ¡Seguro ahora piensa mal de mi!

El pokémon se frotó contra ella para demostrar su afecto.

T/n lo acarició mientras una lágrima solitaria rodaba por su mejilla y caía en la almohada.

Quería llorar a pleno pulmón pero unos golpes en la puerta de su cuarto la interrumpieron.
Con pesadez se levantó de la cama, se alisó unas arrugas inexistentes de su ropa y se frotó los ojos. Después casi corrió hacia la puerta.
La abrió lentamente.

—¿T/n?—dijo una voz conocida

—¿A-allister?

Se quedaron en silencio viéndose a los ojos.

La chica no esperaba para nada que él estuviera ahí, frente a ella otra vez.

—¡E-esque como te ha-has ido de pronto!... Querías decirme algo... ¿No es así? ¿Por qué te has ido?—dijo el pelinegro con la voz frágil.

—Yo... Ahg, perdón...—ella desvió la vista al suelo—No quera irme... A delante, pasa.

T/n se apartó de la puerta y lo dejó entrar. Allister con gusto pasó al interior. La chica cerró la puerta tras él.

—¿Y por qué te fuiste?—preguntó el de la máscara.

—Esto... Quiero decirte algo importante, pero no me siento capaz de... Caray, de decírtelo valga la redundancia.—fué a sentarse en su cama, acariciando con la mano a cinccino.

El chico se sentó a su lado, mirándola a los ojos. La chica trataba de evitar contacto visual.

—Tu... Dímelo cuando te sientas preparada... No te agobies...

—Yo... Al diablo, te lo diré ahora mismo.

Rebuscó en sus bolsillos y hayó la pokeball de applin. Sacó de su pokeball a este y se lo entregó al chico.

—Un applin...—musitó él—Espera, ¿Esto quiere decir...?

—Allister, no se cuándo ni como, pero me gustas.

Allister se llevó las manos a la máscara y se la retiró con cuidado. Estaba bastante sonrojado y le temblaba el labio.

—¿No es una broma?

—¿Por qué lo sería?

—A lo mejor quieres reírte a mi costa...

—No lo haría ni en sueños.

—¿Qué te gusta de mí?

—Algo que me cautivó fueron esos brillantes ojos morados que hay tras la máscara.

Ahora t/n si lo miró directamente. Quería apreciar esos orbes morados.

El pelinegro se acercó un poco a ella.

Ella se acercó un poco más a él.

Sus rostros estaban casi rozándose y sus respiraciones chocaban.

Entonces alguien llamó a la puerta, obligando a los dos a separarse.

—¡¿Quién es?¡—exclamó t/n

—¡Servicio de limpieza!—dijo la voz de una mujer al otro lado de la puerta.

—No puede ser, olvidé colocar el cartel de no molestar...—murmuró la chica levantándose de la cama. Tomó un cartel que ponía "no molestar".

Abrió la puerta y colocó el cartel fuera. La señora de la limpieza la saludó y pasó al siguiente cuarto.
Allister tomó la pokeball de applin y lo guardó en esta. Luego la guardó en su bolsillo.

T/n cerró la puerta y regresó a sentarse a la cama.

Miró a Allister, el cual tenía la máscara en su regazo.

—¿Por donde estábamos?—preguntó con timidez ella.

Allister puso la mano en la mejilla de ella y terminó de acortar las distancias, posando sus labios sobre los de t/n.

Esta se sorprendió al principio, pero eso no la apartó, de hecho correspondió con gusto.

Fue el beso más torpe que puedas imaginar, ya que eso era nuevo para los dos. Ambos eras inexpertos en ese tema.

Se separaron al poco tiempo.

—Ah... Ha estado bien—dijo t/n

—S-si...

—¿Te va a dar timidez ahora?

—Es la primera vez que yo...—Allister se llevó la mano a los labios. T/n pudo apreciar que él tenía un sexy lunar bajo el labio inferior.

—También es nuevo para mi—se encogió de hombros la chica.

—Gracias t/n...

La nombrada sonrió. Genuinamente de sentía feliz.
Hasta hace algunos meses no había pensado si quiera en tener pareja, solo quería acabarlo todo, pero ahora (y gracias también a la psicóloga) tenía motivos para seguir adelante.

—Gracias a ti Allister.

Debería haber actualizado hace varias horas pero estaba fuera de casa.

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