♤-Capítulo 3

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Subí las escaleras de ese edificio para luego darme cuenta como una luz azul pasaba a ser roja detrás de mi. Me voltee y intente pasar nuevamente, pero una chica con cabello corto color negro me detuvo.

—Si sales, morirás.

¿Morir...?

Me quedé en silencio solo observándola, —¿Morir? — pregunté con confusión.

Ella asintió, —Eres nueva aquí ¿no?

Hice una mueca y asentí, ella me miró con pena para luego entrar en el edificio. La seguí en silencio y vi cómo se quedaba a observar a todas las personas que estaban ahí, cuándo vi que tomó un teléfono de los que yacían en la mesa, solo copie su acto. Tenía muchas emociones juntas en este preciso momento.

Tanto que cuándo un chico me toco el hombro pude ver como me hablaba algo nervioso, llevaba una gorra, una playera celeste con una camisa a cuadros encima, —¿Sabes por qué la gente de Tokio desapareció?

Negué con la cabeza, —¿Tú eres nuevo?

El asintió, —Soy Tatta. — dijo con una sonrisa.

A pesar de ver el sudor que caía por los costados de su cabeza y su frente, gracias a los nervios, le sonreí igual y le extendí mi mano, —Soy Wen. También soy nueva. Dos nuevos con expertos ¿eh? — intente bromear, mientras ahora él tomaba mi mano y las estrechabamos como presentación.

Broma que le causó una risita. Dios, era tan lindo. Fije mi atención en todos los demás que estaban ahí, algunos se miraban confusos, otros seguros, otros nerviosos, miedosos, todo tipo de emoción.

—Haríamos un buen equipo. — lo oigo decir, así que me voltee hacia él —. Mi madre decía que dos personas aprendiendo juntas era mejor que solo una, ambas se cuidarian mutuamente.

Una sonrisa ladina apareció en mi rostro, —Entonces seamos equipo y aprendamos o equivoquemonos juntos.

El asintió, otra sonrisa apareció en su rostro calmando un poco su miedo. El teléfono se prendió y de él aparecieron números, letras y una carta. Cinco de espadas. La voz del teléfono empezó a dar las instrucciones para ganar aquel juego que ahora sabía, era de vida o muerte. Finalizó diciendo que teníamos veinte minutos para encontrar aquella puerta con dichos símbolos para ganar, o si no, explotariamos con el edificio entero.

Empezamos a caminar con Tatta y decidimos subir por el elevador hasta el piso seis. Al salir del elevador nuevamente la voz habló y dijo que la cosa, ya nos estaba buscando. Nos cruzamos con unas chicas que tenían mucho miedo, tanto que nos pidieron unirse a nuestro "equipo", para ser más "fuertes". Tome a Tatta de la mano y me lo lleve lejos de ahí, oyendo como las chicas chillaban detrás de mi.

—¿Por qué no las ayudamos? — oi decir.

Me detuvo en el pasillo largo para ver hacia el piso de arriba a un chico peli-blanco que aparentemente, estaba muy tranquilo viendo hacia abajo.

Hice una mueca cuándo me voltee hacia Tatta, —Porqué ni siquiera nosotros sabemos ganar. Somos nuevos, no lo olvides. Además, mira. — le señale con la cabeza al chico del piso de arriba, para ver como ahora me saludaba con la mano -. Pude ver unas caras tranquilas, así que seguramente ese chico de blanco, un chico con pantalón militar y su compañero, saben como ganar esto. Nosotros no.

Tatta se quedó en silencio cuando empecé a caminar nuevamente, —Oye, no es porqué no me gustaría ayudarlas ¿bien? Si pudiera lo haría, pero alguien me dijo que en situaciones de vida o muerte, primero veas tú seguridad y si luego sigues estable, intentes ayudar. — me quedo parada y me giro nuevamente para verlo agachar la mirada. Uy, no debí decir eso.

Mi Reina Roja || Alice In Borderland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora