Una semana y media había pasado desde que mi menstruación había llegado. Me quedaban menos de quince días para terminar de planear la boda, y honestamente, ya estaba hecha un lío.
Justo en este momento estaba entrando a un salón de belleza, ¿por qué? Simplemente me habían dado ganas, además, la noche anterior Chishiya me había dicho que podía gastar lo que quisiera de su tarjeta sin algún problema, y eso hago.
Digo, no es ser mantenida, trabajo como programadora desde casa y yo misma gano mi dinero desde que me he establecido un poco gracias a todo lo del accidente que me dejó cuidando a mi hermano y a mi misma, pero, darse un gusto de vez en cuándo no es mala idea.
Al mirar a la recepcionista, le sonrió y empezamos a hablar un poco sobre que quiero hacerme para ir a un salón de los que estaban en el establecimiento. Decidí muchas cosas, a decir verdad, no quería volver a venir, así que primero fui por mi cabello. Al sentarme en una silla frente a un gran espejo lleno de luces pequeñas a los lados, dándole una buena iluminación, caí en cuenta nuevamente que me estaba preparando para mi boda... algunas veces aún me era difícil asimilarlo.
—¿Algo en especial?
La pregunta de la chica detrás de mi hizo que me pusiera a pensar. Ya tenía un vestido en mente, y la decoración también estaba casi lista al igual que el lugar, las mesas, manteles, comida, y esos pequeños detalles que hacen la gran diferencia. Así que con una sonrisa respondí. No tardó mucho para que la chica empezará a hacer su trabajo, descolorando partes de mi cabello, coloreando algunas otras, y haciendo su trabajo en fin.
Recuerdo un poco que al llegar a borderland mi cabello estaba algo diferente. Actualmente era café claro, liso, sin ningún otro tipo de arreglo. En borderland, era ondulado, un poco café oscuro con líneas blancas por todo el mismo, dándole un aire diferente a mi cara. La verdad, no encuentro la forma en la que eso fue posible, pero... así lo era, tenía mi cabello de un modo y ahora de otro.
Las horas pasaron, mi cabello decolorado y luego pintado ya estaba listo. Sonreí para mi misma al ver el resultado, me gustaba mucho, y estaba segura que a Chishiya también le gustaría, era una corazonada.
Salí de ese cuarto de cabello para entrar otro al cuál me pondrían uñas, me senté nuevamente con una sonrisa al sentirme bien hacer esto, algo me decía que mi vida sería más feliz desde el momento en el que me casará y no podía esperar para ello.
Unas cuantas horas más pasaron, y al finalizar, salí nuevamente al mostador al ver a aquella chica que vi cuando entré de primero. Le hice la cuenta de cada cosa con las facturas que me había dado, y al final, me cobraron y salí de ahí más que satisfecha. Me sorprendió un poco el ver el cielo algo oscuro y caer en cuenta que cuando inicie esto era de día.
Una llamada hizo que sacará mi teléfono de mi abrigo y sonriera para mi misma al darme cuenta que era mi novio, alias futuro esposo —. Hola, bonito, ¿cómo estás?
—Abandonado, así estoy. ¿Dónde has estado, Wen? — no se oyó como reproche, se oyó como dramatizmo, lo que me hizo sonreír divertida.
—Estaba mejorando mi imagen. — digo, mientras volteo hacía ambos lados de la calle y así poder cruzar sin peligro de muerte.
—¿Mejorar tu imagen? Eso es absurdo, Wen. Tu imagen siempre se ve bien sin importar qué.
Sentí mis mejillas calentarse un poco, ¿cómo es que podía ser tan lindo con las palabras y otras veces ser tan sucio con las mismas? Me era muy imposible creer que me iba a casar con alguien así.
—Awww, eso es muy muy de tu parte, bonito.
Oí un resoplido de su parte, —Bonita eres tú.
Sentí mi corazón acelerarse a una velocidad impresionante al escuchar una bocina de un auto. Giré mi cabeza hacia un lado para ver a un trailer venir directamente hacia mi, me empecé a desesperar pero intenté que mis piernas caminarán muy rápido.
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Mi Reina Roja || Alice In Borderland
FanficFanfic número saber El fanfic es con Chishiya.