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Pedro Gonzáles, o más conocido como Pedri, que fue fichado por el club FC Barcelona.

Pablo Gavira, o también más conocido como Gavi, mejor amigo de Pedri, juegan los dos en el club FC Barcelona.

Ellos dos se conocían desde pequeños, vivían en el mismo barrio y además que ellos dos iban al mismo colegio.

·21/12/2009·

Pablo un niño de tan solamente cinco años, salía de su casa para ir a jugar al fútbol, deporte que le encantaba.

—Ma! Voy a salir a jugar afuera— Dijo el pequeño mirando a su madre, quien cocinaba.

—Esta bien corazón, no te vayas tan lejos y ten cuidado, ¿Si?— La madre dejo de cocinar para prestarle atención a su hijo.

—Si mami, te quiero— Dijo y salió afuera con su pelota a jugar.

[...]

—Ma!!— Grito un niño con cabello negro.

—¿Que pasa?— Dijo la madre del niño.

—Voy a salir afuera un rato— Dijo el niño.

—Vale, ten cuidado—

El niño solo asintió y salió afuera, estaba aburrido y no tenía nada que hacer, caminaba mientras veía el suelo, hasta que vio una pelota acercándose a él, miro para al frente y se encontró frente a el a un niño, se veía mejor que el.

—L-lo siento, ¿M-me podrías dar mi p-pelota?— Dijo, yo solo sonreí porque se me hizo tierno.

—Claro, ten— le di la pelota y el la agarro, pero el me seguía viendo al igual que yo a el —Me llamo Pedro ¿Y tú?— Extendí mi mano como un saludo.

Tardo en responder, pero si me lo dijo —Pablo, M-me llamo Pablo— extendió su mano tocando la mia.

—¿mas tierno no puede ser?— pensé mientras le sonreía bobamente.

No pasaron ni menos de diez minutos para conocernos del todo, me alegro que me haya agarrado confianza, igual, yo también le agarre confianza.

Jugamos juntos al fútbol, obviamente me deje ganar y nos sentamos en la vereda de la calle mientras veíamos el hermoso atardecer que había, yo tenía mi brazo en su cintura y el piso su cabeza en mi hombro.

Estábamos tranquilos mirando el atardecer mientras hablábamos sobre lo que nos gustaba, hasta que alguien nos interrumpió.

—Pablo!!— Se escuchó un grito de una mujer.

—Ah, es mi mami, seguramente ya tengo que ir a cenar— Dijo mirando a su madre quien le decía que vaya a cenar, luego giro a verme y me abrazo, sus brazos rodearon mi cuello —Quiero seguir estando contigo...—

—Mañana seguimos hablando y jugando ¿Si?— Dije y vi que asintió, nos paramos de la vereda y nos dimos un ultimo abrazo y el se fue a su casa y yo me fui al mío.

[...]

—¿Quien era ese niño Pablo?— Pregunto su madre mientras comía.

—Se llama Pedro y vive cerca, me cae muy bien!— Dijo el pequeño mientras sonreía, recordando como le contó que un perro lo corrió media cuadra.

Te amo solo a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora