Diamond © KookTae

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Hoy, era un día muy importante para todos los habitantes de i Purple You, ya que sus monarcas cumplirían 10 años de casados... No era un secreto para el pueblo que ambos reyes habían sido casados a muy temprana edad, el alfa con sus 15 años recién cumplidos y el omega con pocos meses faltantes para cumplir sus 14.

Aunque claro, en la inocencia de ambos en más de 5 años tan solo se habían dado el pequeño beso de su boda. El alfa jurandole al omega respetarlo hasta su muerte, nunca fallando así a su palabra... Eran una pareja perfecta siendo así las discusiones casi nulas en el matrimonio, hasta que llegó el cumpleaños 23 del alfa.

Todo el reino pedía un heredero, y el alfa también lo deseaba más para el omega no estaba es su planes cargar un bebé considerandose demasiado joven... Así habían pasado 2 años dónde las discusiones se habían hecho más frecuentes en la pareja.

El alfa, se sentía rechazado por su pareja al no querer formar una familia con el...más respetaba su decisión y siempre lo haría.

Aún así era innegable el amor que ambos se tenían... El reino de I Purple You tenía una tecnología demasiado avanzada comparada con las de los otros reinos de galaxias lejanas, también era el pueblo más grande siendo así el reino más poderoso de todas las galaxias.

Los Jeon'S, eran seres bendecidos por la diosa luna. Ya que, se les había sido entregado un don  al azar a cada heredero de sangre real... Esto los hacía demasiado diferentes a los demás, ya que, aunque habían seres a los que de igual manera se les era entregado un don, ninguno era igual o más poderoso que la familia real Jeon.

Volviendo así a la actualidad, el monarca Jeon se encontraba de un muy buen humor ya que cumplía un año más de matrimonio junto al amor de su vida.

Se dirigía a la habitacion dónde dormía con su omega, ya que había decidido salir temprano para así poder llevarle el desayuno a la cama.

Al entrar, pudo ver a su hermoso esposo saliendo de la ducha con una bata.

—Amor mío feliz aniversario —Hablo primero el menor mientras dejaba un delicado beso en los labios ajenos luego de que el alfa dejara el desayuno en una mesa.

—Felices 10 años omega mío —Felicito está vez el alfa mientras que abrazaba el cuerpo ajeno.

Ambos sumidos en su propio mundo, se dedicaron a darse mimos mientras que se impregnaban sus aromas al cuerpo contrario.

—Deseo tanto renovarte esa marca ahora mismo, pero el consejo nos espera mi vida. Apenas y accedieron a qué desayunemos a solas —Puchereo el alfa, siendo besado
de inmediato por el omega.

—y seguiras deseándolo alfa mío, porque recuerda que estás castigado.

Ouh
Cierto, eso...

—¿Aún sigues enfadado conmigo por eso amor? Creí que ya era cosa del pasado —Se quejo.

—Dejara de serlo cuando dejes de insistirme por un heredero Ggukie. Yo te dije que cuando me sienta listo serás el primero en enterarte.

—Lo mismo me vienes diciendo hace dos años —Murmuro

—Y te lo seguiré diciendo, pueden pasar diez hasta quince años para que me sienta listo así y tú cómo buen esposo deberás respetar mi decisión.

—Y lo hago, pero...

—¿Pero? Amor mío, aún somos demasiados jóvenes

—Sabes que, dejemos está charla ahí. Déjame mimarte un poco —Sonrio

Y el omega quizo rodar los ojos, ya que sabía cuáles serían los mimos del alfa... Lo siguiente que vio fue como el alfa ponía la mesa a un lado para que así desayunara, suspirando el omega se dejó hacer cuando el alfa lo acomodo a un costado de la cama casi sentado para que así pudiera comer, mientras que se acostaba al lado contrario de la mesa.

Dejando así al descubierto el abdomen plano del omega, posando allí su rostro mientras que soltaba suspiros y dejaba uno que otro beso con delicadeza.

—Te amo mucho —Solto el alfa mientras abrazaba el abdomen de su esposo y lo miraba comer.

—Yo igual mi amor

Contesto el omega, soltando un resoplido. Él sabía que no había un heredero en su vientre ni hoy, ni nunca.

Por mucho que le costará aceptarlo.