Diamond © KookTae

19

—¿El tiempo transcurre diferente? —El beta asiente ante lo dicho por su rey.

—Vera Rey Jeon...En la vía láctea, específicamente en el planeta tierra el tiempo corre distinto a como nosotros lo vivimos.

—Ve al grano —Exige el de mayor rango.

—Un mes aquí, equivale a un año en aquel planeta. Es por eso que se lo decia alteza, si llega a encontrar a nuestra reina no sabemos si se verá diferente a como lo era antes —Hablo cauteloso

—¿Insinuas que mi omega no se verá tan hermoso como antes? —Gruño, haciendo que el beta temblará en su lugar.

—¡No es lo que quise decir! —se defendió mientras hacía una reverencia— Su alteza real, me refería a que no sabemos con exactitud cuánto tiempo lleva nuestra luna en aquel planeta...tampoco sabemos cómo le afectaría a su cuerpo estar dias o meses en una galaxia que no es la propia.

—Cuando visitamos galaxias ajenas, nuestro cuerpo sufre las consecuencias pero jamás hemos ido tan lejos —Concordo Jeon preocupado— Viajaré con los mejores médicos y soldados  que conozca, no pienso arriesgar aún más a mi omega.

—Mi rey, admiro que este tan seguro de que nuestra luna está viva. Pero también debe de considerar la idea de que ninguno esté con vida, se que suena cruel pero debemos de ser realistas —hablaba cauteloso el contrario.

—Lo se, lo se ...Pero estoy seguro de que mi Tae debe estar por algún lugar de aquel planeta, lo siento en mi corazón —Susurro más para si mismo, sabía que no debía de hacerse demasiadas ilusiones pero aún así eligia creer.

—Todos en nuestro reino están alegres de que exista la mínima posibilidad de que nuestra luna esté con vida, cuenta con el apoyo de todos nosotros mi rey —Le hizo saber aquel beta mientras se marchaba del lugar.

Mientras tanto el alfa se quedo hundido en lo más  profundo de sus pensamientos, sabía que su omega estaba con vida, lo sentía en su corazón, su lobo también podía sentirlo en ocasiones...aquella esperanza de encontrarlo con vida era como una vela encendida, poco a poco se iba consumiendo.

Aún así, temía la idea de que en el lugar donde se encontrara su pareja haya pasado mucho más tiempo de lo que estaba acostumbrado...¿Y que si pasaban años? Su omega, ¿sería el mismo? ... No sabía siquiera en que circunstancias estaba viviendo su luna.

Todas las noches, se recriminaba por no haber podido ser un buen alfa para su omega...tendría que haberlo podido proteger de todo, incluso de el mismo, pero había fallado costandole eso, la ausencia de su pareja.

Incluso él siendo uno de los hombres más poderosos de todos, no era capaz de lograr proteger bien a su más grande tesoro.

Dejando que la angustia lo consuma, tomo una de las botellas de alcohol que habían en su mini bar...

"Perdóname mi amor"

"Fui demasiado débil y ahora no se ni donde estas"

"No supe protegerte como debía"

"Si tú estás muerto no seré capaz de esperar que está vida acabe  para poder verte en la otra"

"Se que me escuchas, ¿Puedes por favor contestarme?"

Luego de haber perdido la cuenta del alcohol que consumió, cayó dormido quedando como una piedra.

Morfeo tal vez decidió jugar con su mente, si es que este existía claro está.

...
Se encontraba corriendo en una ciudad enorme...¿Que es esto? Se preguntaba mientras podía ver enormes edificios, un poco menos tecnológicos que los que ya conocía.
Pero aquello no fue lo que le llamo la atención, si no, lo que lo atrajo por completo fue ver cómo su omega se posaba en un río mientras un hombre desconocido iba detrás suyo.

—¿Creiste que escaparias de mi? —hablaba coqueto aquel extraño, el lobo  alfa de Jungkook quiso correr  a morder directamente su cuello al ver tal descaro.

—Nunca escaparia del hombre que amo —Habia respondido su omega y Jungkook no supo cómo reaccionar.

—¿Me amas?  —pregunto el extraño mientras posaba una de sus manos en la cintura del omega y se acercaba aún más a sus labios.

—Con toda mi alma —Habia respondido su reina para luego unir sus labios con aquel.

...

Se levantó de golpe, no podiendo creer lo que había soñado. Tocó su pecho, sintiendo como su corazón latía tan fuerte que podría asegurar que alguien más sería capaz de escucharlo.

Esto debía de ser una total locura, su omega no sería capaz de estar con alguien más.

Iria con una curandera, de eso estaba seguro. Estos sueños no podían volver a repetirse, eran una total falta de respeto.

Pensó.