Había una vez una pequeña chica de 12 años, que empezó a autolesionarse. Su madre alejó de ella cualquier cosa con la que pudiera hacerse daño, cuchillos, navajas, vidrios, incluso tijeras para niños, cualquier objeto punzocortante.
Pero con sólo 12 años había desarrollado miles de formas de hacerse daño, más allá de forma física.
Desarrollo problemas alimenticios y trastornos depresivos.Había estado limpia de lesiones por más de 3 años.
Tenía 18 cuando volvió a descubrir otras formas de dañarse de forma física, su madre no ocultó los objetos esta vez, fingió no ver los cortes, fingió no oírla llorar a mitad de la noche, fingió que no existían ella y sus trastornos.
Tenía 18 y sabía formas indescriptibles de infligirse dolor y callar las voces de su interior.
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Después de mi suicidio.
Short StoryPocas veces he tenido ganas de vivir, pero puedo contar con los dedos de la mano las veces que he intentado quitarme la vida y me faltarían dedos.