Después de mi suicidio.

Veinticinco

El alcohol siempre ha sido mi fuerte y son las 9:47 p.m.
Creí haberlo dejado hace mucho, no el alcohol, las lesiones; pero saben lo que dicen: Un adicto, siempre será un adicto.

Y ahora hallé otra forma de hacerme daño, flotando a la deriva sobre el mar de la depresión, queriendo dejarme ir e hundirme hasta el fondo, donde nadie pueda sacarme o pedirme que me detenga.

Mi familia no ayuda, mis amigos me dejaron, mi gato me dejó, la carrera está para la mierda.

Nada me da satisfacción. Ya no sé qué hacer conmigo. Al cielo no. (Cuarteto's Reference)

Últimamente mi vida se define en el Cuarteto de Nos y en cada una de sus extrañas canciones.

Sobre todo esa de Hoy estoy raro. Porque yo tampoco entiendo por qué estoy rara.

No creo que haya sido porque mi padre me abandonó, porque abusaron de mi una y otra vez, de seguro no es por la falta de amor materno, no fue por ese tipo que dijo que era madura para mi edad, ni fue el profesor que siempre decía que yo era linda y me invitaba a su aula, apuesto a que tampoco fue esa chica guapa y preciosa que me utilizó y se lesionó frente a mi echándome la culpa, no fueron los intentos de suicidios, la gente que abusaba de mi, no fue el bullying y el acoso.

No entiendo por qué estoy rara.

Nada de esto tiene sentido, pero estoy un poco ebria.

Quizá me arrepienta de esto mañana, tal de cómo me arrepiento de vivir.