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" ― ¿Si deseas el trono de hierro? ― pregunto nuevamente
― Lo deseo jeyen ― pronució serio ― ella me quitó mi derecho y en cuanto Viserys muera me coronare como rey, si es que tú padre no corona ha aegon primero "
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Capítulo veintiuno.
18+
Después de la desastrosas cena, daemon y jeyne salieron de la fortaleza roja fuero a pozo de dragones, daemon la llevo hasta una Isla.
― Hace un poco de frío ― pronució mientras se abraza a ella misma ― Tenías que traerme hasta acá ― Daemon se acercó a ella y la abrazo ― Quien te dió la confianza para abrazarme
― Vamos Jeyne
Este dió un beso en su cuello, eso le hacía recordar viejos tiempos pero tenía que ser más fuerte que su deseó carnal.
― No es apropiado daemon
― No la primera vez que te tomo al aire libre ― este la miró ― ¿Querías que te tomara en la fortaleza roja y que todos te escuchará gritar mi nombre?
Suspiró ― Para empezar, apenas y hablamos daemon y ya quieres tener sexo
― Esa boca tuya es lo que extraño
― Ya daemon ― se alejo de el, este se acercó a ella y tomó su rostro en sus manos
― Tu estás evitando que vea tu cuerpo, ¿Cierto? ― Jeyne suspiró y daemon pudo entender su desconfianza ― Yo lo veo igual, no importa cuántos embarazos tengas tu cuerpo sigue igual hermosura
Lo miró ― Tu solo dices eso por qué estás necesitado
― Escucha Jeyne, cuando se trata de ti digo solo la verdad ― acercó su rostro ― ¿Ahora me dejarías tomarte?
― Dile a caraxes que deje de vernos ― daemon se giro, caraxes miraba a su jinete con molestia
― No te está viendo a ti de esa manera ― daemon giro su mirada a ella ― Me está mirado a mí
El dragón miraba a daemon, Estaba protegiendo a Jeyne era algo raro en el dragón pero daemon se sentía incómodo, su propio dragón lo estaba amenazado.
― Criston tiene guardia está noche ― pronució Jeyne tranquila ― Yo tengo toda la noche libre, pero tú
― Yo soy libre Jeyne
Está soltó una risa y se alejo de el, empezó a caminar. Daemon la siguió, caraxes se quedó en el mismo lugar mirado cómo ellos desaparecía de su capo de visión.
