El hechicero había pasado toda la mañana pensando en que ponerse, hoy iba a salir con Spreen aunque fuera simplemente para ir por un helado, el se emociono bastante. Luego de varias horas encontró algo para ponerse ese día ya que de cierta manera quería impresionar al oso.
El hechicero debido al tiempo que estuvo escogiendo que ponerse denle hizo tarde, además de que vivía en un lugar que estaba alejado todos, así fue como corrió puesto que no quería que Spreen pensara que ya no iría ¿Quién invita a alguien a salir si ni siquiera va ir?
El oso estaba esperando en los portales así como acordaron, sin embargo al no ver rastros del hechicero estaba dispuesto a irse cuando una voz lo llamo
-Spreen espera -a lo lejos pudo ver la silueta de una persona corriendo hacia el-
-Juan? Creí que ya no vendrías
-Hola Spreen, perdón se me hizo un poco tarde
-Esta bien, no te preocupes
-Ok, entonces nos vamos?
-Si.
Y así fue como se dirigieron camino a la heladería de aroyitt, durante el camino no habían dicho ninguna palabra, Spreen era por la incomodidad que sentia puesto que sentía que no debió haber aceptado, apenas conocía el hechicero y estaba faltando al trabajo, una idea que no le agradaba bastante. Juan en cambio, estaba demasiado nervioso por una razón que ni el sabía, al final solo era una salida de ¿Amigos? Aún no habían convivido tanto como para decir que son amigos ¿Entonces que era esa salida?
-Llegamos - dijo el oso al entrar al lugar-
Cada quien pidió lo que quería y se fueron a sentar a una mesa cerca de la ventana.
-Che Juan
-Si?
-Por qué me invitaste? No tenías nada mejor que hacer? -dijo el oso con total frialdad-
-Pues quería conocerte más, la gente dice muchas cosas sobre ti y yo solo quiero saber si son reales.
-¿Que cosas?
-Pues que matas a gente sin importar que, también muchos hablan que tal vez sea por algo de tu pasado
-Y ellos que saben de mi pasado?
-Nada, solo son teorías
-Ok.
En eso llegaron sus pedidos y empezaron a degustarlos en un incómodo silencio, el hechicero se preguntaba si fue correcto decir eso y Spreen lo único que pensaba era en irse puesto que desde el principio sabía que no debió haber aceptado.
-Oye Spreen..
-Si?
-¿Tu crees en el amor?
-No.
-¿Por qué?
-Siempre he creído que el amor es una distracción, una distracción de lo que realmente importa además de que no siempre termina bien, a veces este te lástima -esto último lo dijo con algo de tristeza-
-¿Entonces nunca te has enamorado?
Spreen ya estaba bastante molesto puesto que no le gustaba que le preguntarán tantas cosas y el hechicero había pasado un límite con la última pregunta.
-¿y a ti que carajos te importa? -dijo esto gritando asustando al hechicero y demás personas que estaban en el local-
-Perdon, yo solo preguntaba..
-Pues deberías ahorrarte tus estúpidas preguntas -dicho esto se fue dejando solo a Juan-
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
