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Camino a su santuario se preguntaba si sus preguntas realmente estuvieron mal, el no dejaba de culparse aceptando que ahora el oso lo odiaría; la idea de que el oso lo odiaría lo atormentaba pues Realmente queria llevarse bien con el pero sabía que desde ahora sería más difícil. Se preguntaba porqué siempre se ilusionaba tan rápido, por qué desde que Rubí no está todo tiene que ser tan difícil?

...

Ya habían pasado algunos días desde que el hechicero habia salido con ellos, esos días no se habían vuelto a dirigir la palabra hasta que ese día Juan decidió ir a buscarlo y quedar en buenos términos. Se dirigió a la pollería pero de camino se encontró a Ari, una chica con la que algún vez intento tener algo pero no funcionó sin embargo el sabía que Ari aún sentía cosas por el, pero el simplemente trataba de ignorar eso.

-Hola Juanito -dijo Ari al ver pasar al hechicero-

-Hola Ari

-Para donde vas??

-A la pollería de Spreen, por?

-Por nada, solo preguntaba

-Ok, entonces nos vemos, Ari

-Oye, espera  -dijo Ari al ver qué el hechicero estaba apunto de irse-

-Si?

-Te puedo acompañar? No sé a qué vas pero hoy quisiera pasar tiempo contigo, tal vez saliendo quisieras ir al parque, a por un helado o algo así

-Emm está bien, vamos

El hechicero sabía que ahora con la compañía de Ari sería más difícil hablar con Spreen, así que decidió disimular y esperar que mañana alguien no se pusiera entre su camino.
Llegaron a la pollería y decidieron pedir, pero Juan no podía dejar de mirar a aquel oso que le tenía completamente loco aunque solo hayan tenido pocas conversaciones, pero muchas veces una mirada dice que más que mil palabras, muchas veces no necesitas escuchar a nadie solo necesitas saber que ese alguien está ahí, contigo.

-Qué van a pedir?

-Yo un pollo cortado y tú, Juan?

-Lo mismo -Juan aún no olvidaba el motivo por el que había ido pero supuso que va a tener que ser en otra ocasión-

-Ok, en un momento se los llevo

-Gracias.

Juan y Ari se fueron a sentar, esperando sus alimentos, en un silencio con un par de sentimientos mezclados, Ari no podría estar más emocionada pues el chico del que siempre ha estado enamorada iba a pasar un día con ella, pero Juan lo único que podía pensar era en el, en ese oso que lo ponía nervioso con el solo hecho de escuchar su voz, con el solo hecho de tenerlo cerca aunque sabía perfectamente que simplemente ya no tenía una oportunidad con el, siempre se iba a cuestionar porque se enamoraba tan rápido pero está vez era diferente, era como si solo quisiera estar con él y nadie más pero sabía muy bien que sus sentimientos no eran correspondidos.

Después de un rato ya les habían traído su comida y estaban comiendo mientras hablaban de cualquier cosa, después de haber acabado pagaron y decidieron irse.

-Ahora qué quieres que hagamos, Juan?

-Pues si quieres ir por un helado

-Claro! Me encantan los helados

-Entonces vamos.

Caminaron hacia la heladería hablando y riendo, Juan pensaba que tal vez debería darse una oportunidad con ella, Ari era la oportunidad de volver a ser feliz, de volver a sentir lo que es amar aunque muy dentro de el sabía que no quería que quien lo hiciera sentir eso era exactamente Ari.

Do we feel the same?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora