Misión en... ¿¡La UA?!

Capítulo 9

Antes de que se diera cuenta, Dabi y él habían llegado a la sala en la que estaba retenida la heroína. Cuando la puerta se abrió, vio a la arquera atada con retenciones de metal, imposibilitando que se moviera de la posición en la que estaba, que era sentada en el suelo con las piernas cruzadas. Una enorme mordaza de metal cubría su boca imposibilitando que pronunciara palabra alguna.

-Artemis- dijo preocupado mientras se acercaba a ella, revisando si había sido herida de cualquier forma. De ser así, significaría que Slade o La Liga ha incumplido el trato. Esto último era improbable dado que, si lo que había dicho Slade era cierto y los había estado vigilando, de haber hecho semejante cosa habrían sido echados de su base casi con inmediatez. Por el contrario, si hubiera sido Slade el culpable de cualquier herida de Artemis, no podría hacer nada al respecto. Para su alivio, la chica rubia estaba en perfecto estado. Tal vez no le sobraba una ducha pero más allá de unos cuantos morados sospechosos en el brazo, no tenía nada.

Robin se puso cara a cara con su amiga y lo que vio en sus ojos le entristeció sobremanera. Una tristeza muy profunda era lo que había en su mirada. Pero no por su situación, por estar secuestrada, atada y sin posibilidad de salir de allí si no por ver en lo que su amigo se estaba convirtiendo. Antes era un héroe, salvaba a la gente y esta le agradecía pero ahora, si bien estaba protegiéndola, se había convertido en un ladrón y parecía que Robin empezaba a disfrutar de la adrenalina que el robo le producía.

-Quiero hablar con ella- pidió mirando al espejo unidireccional que había en la sala- Por favor- añadió. Por supuesto, Renegado supuso que se le negaría ese derecho pero, para su sorpresa, la mordaza de la adolescente se abrió, dejando que pudiera hablar- Artemis, no parece que te hayan herido. No lo han hecho, ¿Verdad?

-No, no... Estoy bien- respondió ella con la voz un poco ronca debido al largo periodo de tiempo en el que no había estado usándola.

-Me alegra que te encuentres bien, de veras. Significa que todo esto sirve para algo- le sonrió tristemente Robin

-Deja de preocuparte por mí- espetó de golpe- El que me tiene sin dormir eres tú. Se supone que eres el menor, yo tenía que cuidar de ti no a la inversa, Robin- parecía enfadada pero lo más probable es que solo estuviera triste. Y esa teoría se reforzó en el momento en el que las lágrimas empezaron a rodar por las mejillas de la rubia- Todo esto es culpa mía- Se lamentó- Si no me hubieran atrapado no podrían haberte chantajeado y nuestra estancia en Japón habría sido como planeábamos con el equipo.

-No hiciste muy buen trabajo protegiéndole, si ese era tu cometido- dijo de golpe Dabi con una sonrisa burlona.

-No es culpa tuya, no podías hacer nada contra Deathstroke, a mí también me dejó fuera de combate- trató de tranquilizarla él, secando las lágrimas de la adolescente como pudo e ignorando deliberadamente el comentario del villano de las cicatrices.

-No fue Deathstroke- intervino de nuevo Dabi- Se quedó KO con el gas que liberamos los de La Liga y Mr. Compress solo tuvo que pasar a recogerla después de que Toga extrajera su sangre.

-¿Habéis estado extrayendo sangre cuando ella duerme?- preguntó Renegado girándose para mirar al villano que estaba vigilando sus interacciones con su compañera de equipo.

-No, ¿Qué te hace pensar eso?- respondió Dabi.

-Está muy pálida y tiene algunos cardenales en los brazos que, siendo sincero, no me consta que estuvieran antes- contestó el de pelo azabache- Además, según tengo entendido, la particularidad de Toga se mantiene ingiriendo sangre de la persona en la que se quiere transformar cada x tiempo. Por lo que la única manera de conseguir más de la suya sería ir extrayendo cuando ella no esté consciente para que así constate que no se le ha hecho nada.

Dabi simplemente observó con sus ojos azul turquesa al adolescente, sus deducciones habían sido perfectas.

-Me mentiste- el ahora airado adolescente miraba directamente al espejo unidireccional por el que sabía que estaba observando Slade- Dijiste que no le tocaríais ni un pelo si obedecía.

-No, Renegado- crujió la voz de Deathstroke a través de los altavoces incorporados en la sala- Dije que yo no le tocaría ni un pelo, no dije nada de La Liga- le recordó al adolescente. Dick se quedó en silencio, rememorando la conversación que tuvo con el mercenario el día que aceptó unirse a él para proteger a Artemis. Había estado tan metido en sus pensamientos que no advirtió que su amiga había vuelto a ser amordazada y que alguien se acercaba a él por la espalda.

Sintió un pinchazo en su cuello y miró por encima del hombro a la persona que sostenía la jeringa. Se trataba de Kurogiri, que al parecer había entrado hacía rato. El villano se alejó de él un poco y Dick, que se sentía mareado por lo que fuera que le habían inyectado, cayó al suelo de bruces.

La neblina que cubría su mente y no le permitía pensar con claridad parecía ir extendiéndose por su cabeza. La agitó en un vano intento de deshacerse de esa sensación pero solo sirvió para que un fuerte dolor hiciera acto de presencia en su mente.

-¿Por qué has hecho eso, Kurogiri?- preguntó la voz de Slade, que había entrado rápidamente en la sala. Su voz sonaba cada vez más lejana, como si en vez de acercarse a él se estuviera alejando. En ese momento comprendió que lo que se alejaba era su consciencia.

"Mierda, me voy a quedar inconsciente" pensó el adolescente quedando sin sentido finalmente y quedando tendido inerte en el suelo.

-Se suponía que esto se usaría en caso de que no obedeciera, no era necesario que lo usaras ahora- reprochó Slade con una amenaza tácita en su tono- No actuará igual de bien bajo la influencia del líquido del vial. Así que responde, ¿Por qué se lo has inyectado?

-Yo se lo ordené- dijo la voz de Shigaraki desde la puerta.

-¿Por qué?- exigió saber el mercenario con tono autoritario.

-No quiero que el chico escape y parecía demasiado interesado en revelarse- contestó el de pelo azul claro.

Slade no contestó y simplemente agarró al estilo nupcial al adolescente inconsciente. Avanzó hasta la puerta, dispuesto a llevar a Robin a su habitación pero se paró en el marco de la misma.

-No vuelvas a tomar decisiones precipitadas relacionadas con mi aprendiz sin mi permiso, ¿Entendido?- dijo finalmente Deathstroke con la mirada más aterradora que tiene y, créeme cuando te digo que haría temblar al mismísimo Batman.

Tras decir lo anterior se retiró. Dabi y Kurogiri miraron a Shigaraki y, finalmente, el que tenía neblina en la cabeza decidió pronunciar la pregunta que tanto él como el de las cicatrices se estaban haciendo:

-¿Qué contenía el vial?

-Un líquido en fase experimental que hace que la persona a la que se le inyecte sea obediente y haga caso a ciegas al creador del mismo. En este caso, se trata de Slade- respondió el de la mano en la cara- Es seguro pero hace que los movimientos de la persona afectada sean más lentos o torpes. También afecta al uso del quirk pero como Robin no tiene, no hay que preocuparse por ello- finalizó.