Maldito Alfa [KAKAVEGE]

Capítulo seis: ¿Ahora que?

Vegeta sentado en el suelo y arrancando pasto para tirarlo al cielo, no pudo resistir su risa al saber que Kakarotto y Freezer habían quedado en el planeta Namek. Ambos compartirían el mismo destino destructivo y sin esos dos el sería el amo del universo, el más fuerte. «Nunca más seré humillado por Freezer de nuevo» dijo ya serio y aquellos momentos desagradables se reproducieron en su memoria.

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Arrodillados frente a Freezer, en el suelo del planeta que recién, los tres saiyajins —Nappa, Raditz y Vegeta—, terminaron de conquistar hace poco, esperaban una compensación. Pese a la expectativa, Freezer ordenó que se retiraran, algo que Nappa no pudo soportar.

—¿Qué? ¿Eso es todo? ¿No va a darnos nada? —quejose Nappa.

—¿Darles algo?

—Oiga nosotros estamos muy cansados después de conquistar este planeta, creo que nos merecemos alguna retribución.

—¿Retribución? —pregunto burlón Freezer— Soldado Zarbon, cuanto le hubiera llevado conquistar este planeta.

—¿Cuánto tiempo? Creo que menos de tres horas.

—¿Lo ven? Yo no creo que merezcan ninguna "retribución". Ahora mejor retirense.

—Tú... Bastardo —era demasiado humillante y no iba a tolerar que nadie hiera su orgullo de saiyajin pero la voz de verdadero mando para él lo detuvo.

—Nappa, regresa aquí y no seas insolente —dijo con firmeza el omega. Era consciente de que no eran rival para Freezer, aún si al igual que el alfa se sentía humillado no serviría de nada enfrentarle ahora. Tomó lugar frente a los dos saiyajins, con su mejor postura y su innata fineza hizo una reverencia. Brillo de tal modo de que él mismo Zarbon puso mala cara de envidia, detestaba esa belleza por parte del omega porque la suya era opacada ante Freezer—. Nos retiramos su majestad.

—Vegeta, quiero que vengas a cenar conmigo —el omega sintió un escalofrío recorrer su espalda y con una sonrisa fingida típica de él le respondió «Será un gusto gran Freezer», cambio su expresión a una de desagrado cuando su rostro ya no estaba en su vista.

Luego de que los tres ya estuviera afuera Nappa quiso soltar todo de lo que se había enterado.

—Oye Vegeta, escuché que el planeta Vegeta no fue destruido por esa misteriosa lluvia de meteoritos, sino fue Freezer quien lo hizo —dijo con los puños cerrados viendo fijamente la espalda de Vegeta.

—¿¡Qué!? ¡No puede ser! —dijo sorprendido Raditz.

—Si —prosiguió Nappa—; además, también escuché que ya lo tenía planeado.

Un lapso de silencio reino unos momentos entre los tres.

—Ya lo sabía —volteo su mirada— Todo eso, yo ya lo sabía.

—¿¡Qué ya lo sabías!? Y aún así sigues obedeciendolo y aceptando sus descarados cortejos —sintiéndose enfadado e incrédulo—, El mato a tu padre, el Rey ¿No te sientes humillado?

—Se que fue él quien mato a mi querido padre pero... —comenzó a elevar su poder con los puños cerrados por la frustración pero a la vez por la determinación—, ¡Eso no importa, lo único que importa es el poder! Aunque me sienta humillado, sería un desperdicio tratar de enfrentarlo ahora, estoy consciente de su ilimitado poder, pero... yo soy un saiyajin y podemos hacernos más y más fuertes. Un día yo voy a derrotar a Freezer y me convertiré en el amo del universo.

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Al gran anciano, rodeado por los que quedaba de su raza, la muerte ya había llegado a recogerlo, no sin antes heredar el puesto al segundo Namekuseijin mayor entre todos por lo que el brillo de las esferas del dragón regresaría en un tiempo. Fue una despedida dolorosa para los Namekuseijin e incluso para Gohan, Bulma también lloro contagiada por el ambiente a despedida.