Enamorado de un traidor (temporada 1)

Cap 7

~Konoha:Academia ninja~

Las clases en la academia ninja habían comenzado y todos los niños de 7 años para arriba que quisieran ser Ninjas estaban bastante emocionados por su primer día, o bueno, solo algunos, otros lloraban en los brazos de sus padres, pensando que los iban a abandonar, excepto uno, un Nino no lloraba, pero tampoco estaba emocionado, veía a los demás niños con envidia, el no tenía padres a los que contarles sobre todo lo que aria en la academia o que un un futuro sería un gran ninja que protegería a su aldea, no, el solo estaba sentado en un columpio frente a la academia, alejado de todos ...

-¿Porque estás aquí y no con tus demás compañeros?-

Aquel niño volteó hacia atrás y vio a aquel niño que lo salvo de aquella golpiza por parte de los aldeanos

-No me gusta estar con niños molestos-

-Pues, yo creo que vas a tener que acostumbrarte a esos niños molestos-

-Si, lo se-

-Ve con tus demás compañeros, pronto va a empezar la bienvenida-

Al terminar de decir aquello, El niño que estaba en el columpio solo bajo la cabeza, realmente no quería entrar, pero el tercer Hokage le dijo que había logrado conseguir que el entrara en la academia, no quería echar ese esfuerzo a perder

-¿No quieres entrar?-

-No, realmente no quiero, pero el Hokage se esforzó por hacer que me dieran un lugar, no quiero echar su esfuerzo a perder-

-Sabes, yo tampoco quería entrar en mi primer día, pero lo tuve que hacer y conocía a una niña que se volvió mi amiga y después de eso me emocionaba venir a la academia, solo para verla-

-Pero, nadie se quiere acercar a mi, los padre alejan a sus hijos cuando me ven-

El niño mayor se sintió mal ante esa revelación, así que rodeo al niño hasta estar frente a el, le levanto la cabeza y estrelló dos de sus dedos en su frente suavemente

-Te prometo que si entras a la academia vendré todos los días a despedirte, te parece?-

-¿De verdad vas a venir todos los días?-

-Si, es una promesa-

El niño menor, sonrió y se levantó del columpio para empezar a caminar hacia la entrada de la academia

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-itachi, no sabes cuánto te extraño-

Dijo un niño rubio recordando a aquel niño que lo convenció de entrar a la academia

-Pronto, nos volveremos a ver-