Capitulo 1: Mariposa

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Volví a llegar tarde, Piqué a la puerta y abrí con una sonrisa en la cara.

-Buenos días, ¿puedo pasar?

La clase se giró a mirarme y la profesora asintió con cara de pocos amigos.
Entre y me senté en el primer pupitre que vi y deje todas mis cosas sobre la mesa.
La maestra seguía explicando lo mismo de las sesiones anteriores y repitiendose como hace en todas las clases.
Tumbe la cabeza en la mesa y suspiré, de lo que menos ganas tenía era de hacer clase pero a uno le toca joderse.
La profesora me llamó la atención.

-si estás en clase me gustaría que prestases un mínimo de atención si es posible.

Estaba por levantar la cabeza cuando escuché a mi mejor amiga.

-bueno dejalo que mirale la cara de muerto que pone.

-Callate Ana que estoy hablando con él.

Gruñí y levanté la cabeza, me aclaré los ojos y presté atención a la hora y media de clase.

Al cambiar de clase, me senté en mi sitio en mi aula y gire la cabeza a la izquierda buscándolo.
Buscando a Nico con la mirada.

Nico es un chico que me lleva gustando desde primaria, es amable, extrovertido, gracioso... Es muy guapo y pienso en el la gran mayoría del tiempo. No es perfecto, no, muchas veces se equivoca y es muy torpe, no le gusta el deporte y no se le dan bien las matemáticas pero es el.

- ¡Marco! Que te quedas embobado
Dijo Ana sacudiéndome del hombro.
Parpadeé

-perdon, estoy cansado.

-que yo no soy tonta es el Nico que te tiene enamorao'

-tia, que pesada eres. ¿Me dejas copiarte los apuntes?

-cinco euros.

-ni de coña, anda, no seas cabrona.

-bueno va, pero luego me cuentas.

-que si, que si.

Le copié los apuntes a Ana y fingí prestar atención en clase (no hacia más que pensar en Nico)

A la hora del recreo baje con Ana, nos comimos nuestro bocadillo y hablamos un rato.

-Tia, voy al baño que me estoy meando.

-Vale, te espero aquí cerda.

Camine hacia el baño y me metí en un cubículo a hacer mis cosas.

Al acabar, me levanté y abrí la puerta, fui hacia el lavabo y me encontré con Nico.

-¿Cuanto tiempo llevas en el baño?
Dijo Nico mientras cerraba la puerta.

-un rato, estaba con el móvil

-todo un criminal
Sonrío Nico rebuscando en sus bolsillos

-¿por que cierras la puerta?

-me la iba a pelar ¿quieres ayudarme?
Empezó a reírse

-Si
Al instante de decirlo me tapé la boca y me puse rojo como un tomate.

-¡Marco!

-Perdon.

-Grr
Se pasó la mano por detrás de la oreja y puso cara de coqueto.

Sentí mariposas en el estómago. ¿Mariposas? No, definitivamente no eran Mariposas
Me desmayé

Me desperté en una habitación que no conocía. Olía a colonia barata y desodorante de pino.
Mire a mi alrededor. Era una habitación bastante grande, tenía un graffiti pintado en la pared y muebles probablemente de Ikea. Había un espejo con camisas colgadas en el lado y un escritorio con luces LED. También había una televisión colgada en la pared y la cama parecía muy cómoda y tenía mantas de color rojo y ropa sucia encima.
Me giré hacia la puerta y vi a Nico.

-¿Estas despierto?

(Los siguientes capítulos son mucho mejores lo siento)

Durante la tormenta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora